Pachuca sorprendió al poderoso Monterrey y lo derrotó

Los primeros minutos de juego en el denominado Gigante de Acero tuvieron como referente en el arco la presencia de Rogelio Funes Mori, quien con un cabezazo y una media tijera pusieron en leve peligro la portería del visitante al principio del encuentro, esto sin tener buen resultado a su causa.

Tras varios minutos de un esfuerzo truncado en medio campo y pocas llegas claras a las respectivas áreas rivales, fue a finales del primer tiempo que se fraguaron jugadas de peligro, ahora bajo la figura del visitante, esto tras un pase filtrado desde casi media cancha, que cayó en pies de Tony Figueroa, quien frente al aquero Hugo González disparó por encima del arco, en una clara oportunidad para poner cifras en el marcador.

Ya en minutos finales del primer tiempo, los rayados se vieron en desventaja numérica, tras la expulsión de Jesús Gallardo al aplicar una falta precipitada ante lo que se veía como un contragolpe de los Tuzos, que apenas salían de su propia área.

Lo anecdótico del encuentro se dio no en tiempo regular, sino ya posterior a que el árbitro pitó el termino de la primera mitad, escenario inusual, para el cual el VAR llamó a Jorge Antonio Pérez Durán para revisar una jugada de mano en el último tiro de esquina a favor de los rayados.

Tras el análisis extratiempo y cuando los jugadores se dirigían a vestidores, el árbitro llamó a reanudar el juego y marcar la pena máxima, es un acto inesperado.

Ya en el manchón penal, Funes Mori como tirador impactó el esférico, mismo que tiró al centro, pero arriba de la portería, fallando así una importante oportunidad para irse al vestidor con marcados favorable.

Reiniciado el encuentro, la diputa por el balón dejó como resultado el primer gol del partido al minuto 47 de juego regular, en manos de Érick Aguirre, quien, en un tiro libre, aprovechó la salida en línea de la defensa del Monterrey, esto para no quedar en fuera de lugar y recibir así el balón, quedar frente al arquero y rematar al costado derecho.

Con un hombre menos e ir abajo en el marcado, no imposibilitó ni mermó la moral de los Rayados, sino al contrario, ya que, a partir de la desventaja, arremetió con mayor fuerza la cabaña de los Tuzos del Pachuca.

De manera consecutiva, fueron alrededor de 5 minutos donde el arco de Óscar Ustari se vio bombardeado por una embestida rayada, que fue suprimida en todos sus asedios de los locales, quienes, a partir de ese momento, bajo casos contados, tuvieron el dominio del esférico.

Una de las jugadas que acusaron polémica en un principio fue el mano a mano entre el arquero Tuzo y Funes Mori, escenario en el que el primero se desentendió del baló y embistió al delantero, lo cual, a primera impresión en bordes del área, el árbitro consideró como pena máxima.

El reloj de juego seguía y así ilusión de los locales de emparejar cartones, sin embargo, la intervención de nueva cuenta del VAR, no sólo retraso, sino diluyó esta oportunidad, al verificarse que la falta fue apenas afuera del área, lo cual cambiaba a una sanción de tiro libre en vez de penal.

Mientras los abucheos de la afición se postraban en la cancha, la decisión del árbitro Pérez Durán no sólo cambió en ese sentido, sino que la revisión trajo consigo pasar de amonestar a expulsar al arquero Tuzo por la falta en los linderos del área, al considerar una manifiesta jugada de gol.

El ímpetu rayado siguió al grado de la desesperación por no alcanzar la meta de marcar en el arco rival, mismo que se fue diluyendo en las contantes intervenciones de la defensa del equipo de la Bella Airosa, mismas que tras 8 minutos de agregado por el tiempo perdido en el VAR logró mantener el marcador y salir avante de Monterrey para colocarse uno a cero en el cierre de esta jornada.

Quadratín Hidalgo

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