Con el objetivo de recaudar fondos para la polémica rifa del avión presidencial, el 12 de febrero el presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció una cena a más de 100 de los empresarios más importantes de México.
Esto para solicitar su apoyo en una parte de la compra de más de seis millones de boletos para la aeronave presidencial, en donde a la cúpula empresarial se le sirvió tamales de chipilín y chocolate, en donde se comprometieron a adquirir cientos de “cachitos” de lotería con un valor de 500 pesos cada uno.
La Dirección General de Finanzas y Presupuesto del gobierno federal respondió a Publimetro que se pagó 184 mil 556 pesos al proveedor Almero Graphics S. De R.L de C.V., para la logística del evento; sin embargo, se negó a dar a conocer cuánto se erogó para el menú que se ofreció en la cena.
“Son los tamales más caros de mi vida”, externó Bosco de la Vega, presidente del Consejo Nacional Agropecuario, en tono de broma sobre el tamal de chipilín que ofreció el presidente Andrés Manuel López Obrador la noche de ese día en el Palacio Nacional.
Y es que el titular del Ejecutivo federal llamó a los representantes de la iniciativa privada más acaudalada del país para hablarles sobre la rifa del 15 de septiembre, equivalente al valor del avión presidencial, el cual se ha devaluado en los últimos meses.
Bajo la premisa de austeridad republicana, se ofreció a los empresarios un tamal de chipilín originario de Chiapas, el cual cuesta alrededor de 36 pesos en una tamalería gourmet de la Ciudad de México.
Y fue en Palacio Nacional que con este tamal hecho con hierba el pretexto perfecto para condicionar a los personajes de la IP, quienes bromearon sobre la cena y el costo de los tamales.
En la Cámara de Diputados sucede lo mismo:
Aunque los empresarios afirmaron que en ningún momento se les obligó a adquirir los cachitos de la rifa del avión presidencial, la carta compromiso precisa que los firmantes adquirían la responsabilidad de “participar de manera voluntaria” en el sorteo.
“Por medio de la presente manifiesto mi compromiso para participar de manera voluntaria en la compra de billetes de la Lotería Nacional, con motivo del sorteo conmemorativo que la misma llevará a cabo en la relación con el Avión Presidencial, en beneficio de la asistencia Pública, hospitales y adquisición de equipo médico, por el equivalente a un monto de”.
Detalla la misiva, la cual también pidió firma y nombre.
EN CIFRAS:
- 184
mil pesos se gastó para la logística de la cena con los empresarios.
- 200
millones se llegaron a comprometer cada uno de los empresarios por esta cena.
LAS CLAVES:
- El platillo central en la tamalada presidencial para empresarios tuvo como comida el tamal de chipilín, originario de Chiapas.
- El gobierno federal pidió una cooperación voluntaria a los asistentes como Carlos Slim de entre 20 y 200 millones de pesos para adquirir los boletos del sorteo.
- 36 pesos cuesta el tamal de chipilín y 26 pesos el atole de chocolate en tamalerías de la capital mexicana.
- Algunos empresarios bromearon con que habían comido los tamales más caros de toda su vida, de los cuales, es un misterio su costo.
VIA | PUBLIMETRO
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