Nationals aún con vida; mandan Serie Mundial al séptimo

El umpire Sam Holbrook pronunció el playball detrás del receptor Robinson Chirinos, para darle inicio al sexto de la Serie Mundial que regresaba al Minute Maid Park, donde Washington Nationals se impuso 7-2  ante Houston Astros para obligar a jugarse el séptimo y decisivo del Clásico de Otoño en la ciudad texana.

En el inicio del primer episodio, Washington encontró la manera de poner las cosas a su favor con dos imparables contra Justin Verlander. Trea Turner llegó a la inicial a salvo en una jugada apretada donde Alex Bregman intentó ponerlo fuera al agarrar la pelota a mano limpia. Adam Eaton recurrió a los fundamentos del baseball y avanzó a su compañero en un toque de sacrificio, para que al momento de llegar el líder de la MLB en producidas (126) hiciera lo que hizo todo el año y con un imparable al derecho, en cuenta llena, Anthony Rendon trajo a Turner al plato para el 1-0.

La contestación de los locales no se hizo esperar en el encuentro. 

La necesidad de cerrar la Serie esta noche y evitar el enfrentamiento contra Max Scherzer no fue ignorada en el dogout de AJ Hinch al inicio del encuentro.

Para cada acción hay una reacción de la misma magnitud y de sentido opuesto. Stephen Strasburg abrió el encuentro con una recta de cuatro costuras a una velocidad de 94 mph; el swing de George Springer, sin discriminar el primer envío al plato, dejó la esférica colgada al fondo del jardín izquierdo, válido por un par de bases.

Al caer las primeras seis completas, llega el estirón que da paso al séptimo episodio; en él, Yan Gomes abrió con un imparable al jardín derecho, con Brad Peacock en la loma. Después vino el campocorto y en una jugada polémica en la inicial, le marcaron la interferencia a Turner al quitarle el guante de la mano a Yuli Gurriel. La marcación terminó en out y Dave Martínez salió enfurecido de la caseta visitante. Acto seguido, el umpire lo expulsó por perder el control.

La última entrada la selló Anthony Rendon con un doble remolcador de dos carreras para dejar la pizarra final 7-2 y darle la oportunidad a su equipo de sacar 27 outs a su favor para conseguir la hazaña.

Impecable en la loma

Stephen Strasburg trabajó el centro del diamante una joya que jamás olvidará: 8.1 entradas, con dos carreras permitidas, ambas en la primera. Negoció un par de boletos a los locales y les recetó siete ponches. Además, sus últimos cuatro outs los consiguió con únicamente siete lanzamientos al plato.

Con Información de AS

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