Unas 250 ballenas piloto murieron tras quedarse varadas en la isla Chatham de Nueva Zelanda, donde los equipos de conservación no pudieron devolverlas al mar por la peligrosa presencia de tiburones en la zona, informaron las autoridades el sábado.
Las ballenas piloto fueron vistas varadas el viernes en la parte noroccidental de esta remota isla, indicó el Departamento de Conservación de Nueva Zelanda.
“En la isla Chatham no reflotamos activamente a las ballenas por el riesgo de ataques de tiburones tanto a los humanos como a las propias ballenas”, explicó el Departamento en un comunicado.
Un equipo especialmente formado para ello sacrificó a los cetáceos supervivientes, para evitarles un mayor sufrimiento, indicó el Departamento de Conservación.
Estos varamientos, dijo el organismo, “no son inusuales” en la isla Chatham, al este de la Isla Sur de Nueva Zelanda. El récord se produjo en 1918, cuando quedaron varadas unas 1,000 ballenas.
Hace poco más de dos semanas, casi 200 ballenas piloto fallecieron también en una playa en la isla australiana de Tasmania, donde los rescatistas solo fueron capaces de salvar a una treintena de ejemplares.
Luego de un intenso día de esfuerzos en condiciones difíciles, solo 32 de las aproximadamente 226 ballenas piloto encontradas encalladas en la playa pudieron ser rescatadas, según los servicios de vida salvaje estatales.
Desde el hallazgo de los animales en la costa oeste de esta isla del sur de Australia, la población de la zona cubrió a los animales con mantas y las roció con cubos de agua para mantenerlas con vida.
Pero en la mayoría de los casos no fue suficiente. Los cadáveres tuvieron que ser retirados para evitar atraer tiburones a la zona.
VÍA | UNO TV
Sé el primero en comentar