Fútbol femenil en México: con títulos universitarios y en la encrucijada de jugar o sobrevivir

La Liga MX femenil fue un proyecto que comenzó en 2017 y cinco años después la mayoría de las jugadoras sabe que no tiene un futuro asegurado, pues el sueldo promedio es de 3 mil 700 pesos mensuales, mientras que en la liga profesional varonil es de 750 mil pesos.

En ese sentido, las futbolistas tienen que buscar otras alternativas, pues tienen que sobrevivir de alguna forma y eso en muchos de los casos será gracias a sus estudios.

Más del 50% de las futbolistas en México cuentan con una carrera universitaria, con la cual muchas pueden sustentarse y complementar con los ingresos que obtienen de futbol. O más bien al revés.

El ejemplo de eso es la máxima artillera de la liga, Desirée Monsiváis, jugadora de Rayadas de Monterrey, quien tiene una licenciatura en arquitectura que consiguió gracias a una beca en la Universidad de las Américas de Puebla.

Su talento la llevó a jugar la Champions League con el BIIK Kazygurt FC de Kazajistán antes de su llegada a la liga mexicana.

Aunque, la situación ha cambiado radicalmente para ella, pues ahora es un referente en el futbol femenil, no deja de lado su esfuerzo académico y ha dejado ver que la arquitectura sigue formando parte de su vida.

Ella misma mencionó que no quería poner “todos los huevos en una misma canasta” y por ello, comenzó a ejercer como arquitecta, además de ser una de las mejores jugadoras del balompié mexicano.

“Hay una parte que dije ‘Me debo sentir plena’, empecé a hablar de esta otra faceta de Desirée, arquitecta, la que tiene esa maestría, con esa facilidad y confianza, dije ‘Si en futbol hago bien las cosas, en arquitectura puedo hacerlo mejor’… El as bajo la manga, me catalogaban como buena jugadora y tal vez buena arquitecta, me empezaron a confiar proyectos pequeños, estoy con una construcción desde cero de una residencia en Saltillo, he hecho remodelaciones en Monterrey… Digo con orgullo que ejerzo las dos profesiones”, dijo en entrevista para Mediotiempo.

Sin embargo, tener dos profesiones no es una tarea sencilla, pues los entrenamientos diarios, concentraciones y viajes a los partidos demandan mucho tiempo.

Aunque todo varía de acuerdo con el club y los partidos previstos, la realidad es que tienen que tener al menos 3 horas al día disponibles para practicar futbol.

“El club fijará los horarios de entrenamiento, prácticas y horas en las que la jugadora deberá estar a disposición del club para su participación en partidos que deba cumplir la jugadora (…) Los horarios o días fijos de trabajo dada la naturaleza de este convenio serán variables”, se lee en el reglamento.

Otro caso, es el de la jugadora de Cruz Azul femenil, Paola López Irigoyen, quien estudió Ciencias Políticas y ejerció en el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones Mexicanas (INEHRM).

La pandemia representó un fuerte golpe para la industria del futbol pero en especial en la rama femenil, pues las jugadoras dejaron ver que atravesaron por fuertes problemas económicos. Fue la misma Paola, quien anunció que formó parte de estos casos.

La jugadora pidió trabajo en su cuenta de Twitter, pues estaba pasando por una situación difícil. Después de eso comenzó a escribir artículos sobre política y economía en un sitio de internet.

Actualmente, Paola combina el futbol, con la escuela, pues sigue estudiando para ser directora técnica en la Escuela Nacional de Directores Técnicos (ENDIT) y es locutora en un podcast que lleva por nombre “Historias del llano”.

Destinos diferentes

Sin embargo, el destino no es el mismo para todas y debido a las condiciones, hay jugadoras que han decidido dar un paso al costado y dejar de practicar futbol profesionalmente para dedicarse de lleno a su profesión o estudios.

Tal es el caso de Daniela Pulido, ex jugadora de Chivas femenil. Inició en la Liga MX Femenil en 2017 y debutó en ese mismo año con las rojiblancas. No obstante, decidió anunciar su retiro en 2020, señalando las situaciones difíciles por las que tienen que pasar las jugadoras.

“Yo cuando empecé inicié con menos de cuatro mil pesos. En ese momento yo era menor de edad y me pagaban con la escuela. Me pagaban la prepa, pero no era la gran cosa. Hasta la fecha hay niñas que ganan eso”,dijo en el podcast Muy Fuera de Lugar.

No obstante, recordó en ese momento, vivía con su familia y con los pocos ingresos que tenía en el futbol podía costear la gasolina o pequeños gastos, pero se dio cuenta que en realidad tenía que decidir por lo que fuera mejor para su futuro.

“Al principio ves todo muy bien, pensabas que te estaban pagando por algo que te gusta hacer, tenía 17 años y ya a los 20 empezaba a tener que pagar gasolina o mis cosas. Cuando empiezo a ver esas cosas dije que tenía que poner un alto.Cuando llegué a Chivas era darle todo tu tiempo al equipo o darle todo tu tiempo a la escuela. Fue una decisión que pensé demasiado”, aseguró.

Las redes sociales y el vehículo para generar ingresos

En un mundo digitalizado como en el que vivimos, las redes sociales se han convertido en el instrumento de trabajo de muchas personas y las futbolistas pueden encontrar ahí una forma de generar ingresos superiores a los que ganan en las canchas.

El representante de futbolistas y especialista en imagen pública, Ángel Palma comentó en entrevista para Yahoo Deportes, que las redes sociales se tienen que trabajar para encontrar marcas que quieran patrocinar a las jugadoras.

“Hay que trabajar bien las redes sociales para ver qué tipo de valores van a comunicar; todos son diferentes y las diferentes marcas encajan en eso”.

Asimismo, mencionó que las marcas tienen como prioridad buscar a jugadoras con una cantidad importante de seguidores, no importa si son titulares o su desempeño en la cancha ha sido bueno o no.

“Así es la realidad, las marcas buscan que tengas las redes estén trabajadas y que sirvan como un vehículo de información, aunque no sean titulares”, aseguró.

No obstante, dijo que no hay una cifra monetaria promedio de lo que puedan ganar, pues varía de acuerdo con la marca y las redes sociales de las jugadoras. Sin embargo, pueden generar ingresos muy altos.

“La cifra que ganan varía muchísimo pero si se puede ir altísimo. Aunque hay que recordar que el futbol femenil es un mercado en construcción. Las marcas buscan más el futbol varonil porque es un producto más consolidado y un público más amplio, por eso es que es más demandado”, mencionó.

Un ejemplo de esto, es la jugadora de Pachuca, Norma Palafox quien han incursionado en el mundo de la televisión y las redes sociales. Cuenta con poco más de 2 millones de seguidores en Instagram y trabaja con distintas marcas como Adidas y Del Monte.

Además, participó en el reality televisivo de Exatlón Estados Unidos, donde fue campeona y se llevó el premio de 4 millones de pesos.

Vía | Yahoo Deportes

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