En la refinería de Salina Cruz, Oaxaca, el presidente Andrés Manuel López Obrador supervisó la rehabilitación junto con parte de su gabinete y remarcó que eso distingue a sus funcionarios pues los de antes “no supervisaban las obras, era puro escritorio nada de territorio”.
Acompañado por los secretarios de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O; la de Energía, Rocío Nahle; el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, entre otros, el mandatario se dijo molesto porque antes se contrataban todas las obras con empresas y no se aprovechaba a los trabajadores y los talleres de Pemex.
Recordó que hay seis refinerías en el país pero en el pasado se destinaron 8,000 millones de dólares a reconfigurar las refinerías de Minatitlán, Veracruz; Cadereyta, en Nuevo León, y Madero, en Tamaulipas.
Pero no se hicieron reconfiguraciones en las de Salamanca, en Guanajuato; la de Río Tula, en Hidalgo, y Salina Cruz, en Oaxaca, que son las que más producen.
Además, dijo que no se usaban los talleres ni la mano de obra de los trabajadores de Pemex. Ahora las obras las realizan los trabajadores porque en todas las refinerías hay talleres y especialistas. Todo se hace con el objetivo de que, en un futuro, el país no compre combustibles “por eso se están rehabilitando las seis refinerías y se está construyendo Dos Bocas”, en Tabasco.
“¿Por qué tanto contratismo por qué no hacer las cosas con los trabajadores? Además se generan empleos donde están las refinerías… me apasiona esto y me molesta porque son unos reverendos ladrones estos tecnócratas neoliberales”, dijo.
Vía | Expansión
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