El primer año de gobierno no ha sido fácil, acepta AMLO

De gira para encontrarse con los tepehuanos, huicholes, coras y mexicaneros en una de las regiones más pobres de la entidad, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que ha terminado el tiempo de cacicazgos. “Hay algunos a quienes no les gusta, pero que se vayan acostumbrando: ahora manda el pueblo, no los caciques”.

En el inicio de un nuevo recorrido por comunidades indígenas, a dos semanas de cumplir su primer año de gobierno, López Obrador señaló: “Y no crean que ha sido fácil, porque nos dejaron un toro viejo, echado, reumático y mañoso; eso era el gobierno”. Así que pidió que lo ayuden a levantar el toro y combatir la corrupción.

“El técnico anticorrupción es el pueblo, es el que tiene que estar pendiente para que no haya robadera. ¿Ustedes me van a ayudar para levantar al toro?”, preguntó a los asistentes.
El Presidente apeló a las remembranzas históricas para identificar, en el pasado, la exigencia popular por la justicia social, de José María Morelos a Francisco I. Madero y la inevitable exaltación de Benito Juárez.

Entonces prometió saciar el hambre y sed de justicia del pueblo, como dijo Madero –a partir de una cita bíblica– cuando enfrentó a Porfirio Díaz: “Así estamos ahora, vamos a ir saciando el hambre y sed de justicia del pueblo. Poco a poco, porque son muchos grandes y graves problemas nacionales”.
Paciencia para recibir apoyos

Pidió paciencia a las comunidades indígenas y ofreció los apoyos con la nueva premisa de su gobierno de priorizar a la gente con mayores carencias. Les habló de las becas escolares, la ayuda a niños discapacitados y otros programas, pero advirtió que no hay que abarcar mucho, “porque el que mucho abarca poco aprieta”, por lo que sólo hay 50 planes sociales para concentrar todos los recursos.

A manera de recepción, Olga Santillán, presidenta del consejo de vigilancia de la comunidad de Santiago Teneraca, resumió un conjunto de carencias y necesidades para superar la condición de las comunidades. Pidió al Presidente una reforma legal que asegure el respeto a la justicia indígena y a sus formas de organización, “que se destine presupuesto para garantizar nuestro propio desarrollo y se entregue de manera directa a los órganos de representación comunal, mayor representación en el Congreso”.

López Obrador escuchó a la representante indígena, y en respuesta ofreció a las comunidades un trato especial, primero los pobres, los más necesitados: “la justicia es eso”.
Recordó que se han asignado los recursos a los programas sociales sin necesidad de incrementar los impuestos, decretar gasolinazos o aumentar el endeudamiento del país. Todos, insistió, son recursos provenientes de la austeridad gubernamental y de la lucha contra la corrupción.

Anunció que los recursos alcanzarán porque se ha combatido la corrupción y se han reducido los excesos gubernamentales: “Miren cómo vengo al Mezquital. ¿Dónde están los guardaespaldas?” Describió gran parte de sus acciones gubernamentales: “Todo eso hemos hecho en un año, pero apenas estamos empezando. ¿Ustedes aprueban al gobierno o no lo aprueban?”

Con Información de La Jornada

Sé el primero en comentar

Déjanos un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


*