Rosy RAMALES
Hoy vence el plazo para solicitar la consulta popular por cualquiera de las tres vías que establece la ley de la materia: El Presidente de la República, el equivalente al 33% de los integrantes de cualquiera de las Cámaras del Congreso de la Unión; o los ciudadanos en un número equivalente al menos 2% de los inscritos en la lista nominal de electores.
Pero hasta ayer, Morena y sus militantes solamente habían reunido alrededor de 800 mil firmas del millón 800 mil, que aproximadamente equivalen a ese porcentaje, las cuales deben ser de ciudadanos inscritos en el padrón electoral y que cuenten con credencial para votar; caso contrario, no valen.
Incluso, el presidente nacional interino del partido, Alfonso Ramírez Cuéllar, presumidamente aseguró que recabarían 2 millones de fimas; o sea, más del mínimo exigido por la ley.
No obstante, parece que no podrá cumplir su palabra, salvo que recurra a prácticas fraudulentas para acopiar de un día para otro el doble de firmas faltantes, o salvo que algún mago preste su sombrero mágico y de ahí saquen las firmas, con un: “Nada por aquí, nada por allá…¡aquí están!”
En fin, y al agotarse el plazo sin posibilidad de la vía ciudadana, solo quedan las otras dos: Que la consulta popular la solicite el mismísimo Presidente de México o el 33% de los miembros de cualquiera de las Cámaras del Congreso de la Unión.
Por cierto, la vía “ciudadana intentada” por Morena, más bien parecía vía partidista, porque el mismo Consejo Nacional determinó por unanimidad realizar una movilización en todo el país para recabar las firmas a fin de solicitar la consulta popular para enjuiciar a los ex presidentes de México Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.
Nunca se vio a ningún ciudadano connotado, ni auténticas organizaciones civiles, encabezando la tarea de recabar firmas a lo largo y ancho de México. Por el contrario, fueron militantes y simpatizantes de Morena (sobre todo aspirantes a cargos de elección popular o partidista) quienes hasta se adelantaron a la instalación de mesas receptoras de firmas.
Y durante lapsos, ni las moscas se paraban.
Hoy se sabrá hasta cuántas firmas consiguieron. La sorpresa sería que consiguieron el 2% cuando 48 horas antes les faltaba más de la mitad.
Por si acaso, el presidente Andrés Manuel López ayer mismo anunció que de no juntarse las firmas, él ya tenía lista la solicitud en borrador; solamente la revisaría para hoy presentar la solicitud de consulta popular para enjuiciar a sus antecesores.
Y no ha faltado quien pregunte: ¿No sería más fácil presentar una denuncia penal ante la Fiscalía General? Como mandatario tiene todos los hilos de las pruebas sobre los presuntos delitos cometidos por quienes le han antecedido en la silla presidencial.
¿O no tiene pruebas?
¿O en realidad busca el “no” ciudadano para lavarse las manos y no enjuiciarlos?
¿O solo se trata de una estrategia electoral infalible para hacer proselitismo disfrazado de mecanismos legales?
El Proceso Electoral Federal 2020-2021 ya está en marcha. Y también van empezando los procesos electorales locales en las 32 entidades federativas.
En fin, hoy sabremos la vía mediante la cual los morenistas presenten la solicitud de consulta popular, lo cual no significa que en automático proceda, pues la constitucionalidad de la materia previamente debe ser calificada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Y no procedería en los siguientes casos: Para la restricción de los derechos humanos, ni las garantías para su protección; los principios consagrados en el artículo 40 de la Carta Magna; la permanencia o continuidad en el cargo de los servidores públicos de elección popular; la materia electoral; el sistema financiero, ingresos, gastos y el Presupuesto de Egresos de la Federación; las obras de infraestructura en ejecución; la seguridad nacional y la organización, funcionamiento y disciplina de la Fuerza Armada permanente.
Personas avezadas en la materia harto han dicho que la consulta popular en comento es inconstitucional, porque afecta derechos humanos de los ex mandatarios, quienes en todo caso deben ser juzgados siguiendo el debido proceso.
De presentarse la solicitud, la Corte tendrá la última palabra, ya sea como garante de los principios constitucionales o como garante de los deseos presidenciales, en cuyo caso quizá encuentre un punto medio para evitar rostizar el de por sí desgastado prestigio del Poder Judicial.
Eso sí, por reforma constitucional realizada por propio Congreso la consulta popular se llevaría a cabo “el primer domingo de agosto”, no el día de la jornada electoral. La contradicción de fechas es culpa de los legisladores; en todo caso también la Corte decidiría cual prevalece. Pero en cuestión de plazos, la Carta Magna tiene el rango más alto.
¿Y POR QUÉ COSTÓ TRABAJO REUNIR LAS FIRMAS?
Eso sí es cosa de preocupación, que el ahora poderoso partido Morena, no haya conseguido alentar a la ciudadanía a suscribir la solicitud de consulta popular, además en el formato autorizado por la instancia competente.
Tampoco lo consiguieron sus “vacas sagradas”, sus militantes y sus aspirantes a cargos de elección popular, que estuvieron en primerísimo lugar en la instalación de las mesas receptoras de firmas matando dos pájaros de una misma pedrada: Recolectando firmas y haciendo presencia proselitista.
Pero ¿qué pasó?
¿Perdieron su capacidad de convocatoria?
¿O abandonaron la recolección de firmas por andar en el proceso interno a la dirigencia nacional de Morena?
¿O a la ciudadanía no le interesa enjuiciar a los ex presidentes cuando en estos momentos es más importante cómo llevar comida al hogar, la búsqueda de empleo, cómo conservar el pequeño establecimiento comercial, cómo curar al familiar enfermo de Covid-19, llorar a sus difuntos, qué hacer en un mes más cuando se acaben los ahorros?
Como sea, pero el fracaso en la recolección de firmas puede ser una señal muy importante para Morena para las elecciones 2020-2021; una mala señal.
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Correo: rosyrama@hotmail.com
Rosy RAMALES
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