Crece de modo espectacular los ataques antisemitas en Francia

Los actos antisemitas han crecido en Francia un 74 % durante los últimos doce meses, despertando la más viva inquietud nacional, que culmina este martes con manifestaciones de rechazo y cohesión cívica.

Con la excepción del partido de Marine Le Pen, Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), el Gobierno y todos los partidos políticos de Francia participarán en una manifestación bastante unitaria, este martes, en París, en la Plaza de la República. Horas más tarde, Emmanuel Macron celebrará una cena con representantes de la comunidad judía, a quienes avanzará algunas ideas destinadas a intentar combatir el cáncer social del antisemitismo.

Durante los últimos doce meses se cometieron en Francia 541 actos antisemitas, un incremento del 74 %. Un acto antisemita por semana: profanación de tumbas, agresiones físicas o verbales, pintadas en lugares altamente simbólicos, entre otras manifestaciones de odio.

La nueva ola del antisemitismo francés sufrió un acelerón importante el otoño pasado, cuando fueron profanados varios cementerios, en Alsacia. Comenzaron entonces las manifestaciones de solidaridad que culminan este martes.
Entre finales de noviembre y primeros de diciembre pasado, los grupúsculos de ultraderecha racista y violenta hicieron su irrupción muy llamativa en las manifestaciones de la franquicia de los chalecos amarillos, donde cohabitan la extrema izquierda y la extrema derecha populistas.

A primeros de diciembre, una jornada de protesta de chalecos amarillos de ultraderecha culminó ante la Basílica del Sagrado Corazón, de Montmartre, con una manifestación antisemita, con muchos cantos, himnos y gestos profundamente obscenos contra el presidente Macron y su esposa, que fueron «decapitados» simbólicamente en algunas alcaldías.
Días más tarde, varios bustos y retratos públicos de Simone Veil (la ministra liberal – conservadora que despenalizó el aborto, durante el septenio presidencial de Valery Giscard d’Estaing) fueron profanados con cruces gamadas, para «recordar» su confinamiento en el campo de concentración nazi de Auschwitz, donde fue gaseada parte de su familia.

La semana pasada, el ensayista Alain Finkielkraut fue víctima de insultos anti semitas durante una manifestación de chalecos amarillos, que también trataron de «zorra» y «colaboracionista» a una de las primeras portavoces oficiosas de la franquicia amarilla.

Las manifestaciones de hoy contra el anti semitismo intentan ser una respuesta cívica contra un cáncer moral y cívico que Emmanuel Macron espera combatir con una nueva legislación «más estricta».

con información abc

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