Cientos de agricultores y trabajadores del campo abarrotaron el viernes el funeral del activista Homero Gómez González, en un homenaje que de alguna manera también lo fue para la mariposa monarca que defendió tan férreamente.
La migración anual de las mariposas, amenazada por la tala, el cultivo de aguacate y el cambio climático y ambiental, también representa un rayo de esperanza y de ingresos para las empobrecidas comunidades situadas en las montañas cubiertas de pinos del estado de Michoacán.
Nadie trabajó más duro que Gómez González, cuyo cuerpo fue encontrado hace unos días en el fondo de un pozo con una herida en la cabeza, para frenar la tala, reforestar y atraer a los turistas para que visitaran la reserva donde las mariposas monarca hibernan.
En un área en la que el crimen, el trabajo en la construcción y la tala de árboles proporcionan algunas de las únicas fuentes de ingresos, Gómez González ofreció otra opción, asegurando ingresos a los agricultores comunales que son propietarios de la tierra donde se ubica la reserva natural de la monarca.
“Muchos de ustedes gracias a él tuvieron trabajo, pudieron tener más trabajo. El que vende comida allá en el santuario, el que vende recuerditos, el que anda con sus caballos para atender a los turistas y llevarlos al santuario”, dijo el padre Saul Saucedo en la homilía del funeral.
Via | Sin Embargo
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