El paraíso se convirtió en infierno. Más de 300 personas se manifestaron esta mañana en la cabecera municipal de Chapala luego de que en los que va de este año se documentan ya más de 40 desapariciones en esta demarcación, ocho de ellas tan sólo en esta semana.
La gota que derramó el vaso fue la desaparición de Griselda Gutiérrez y Adán Martínez, dos jóvenes artistas de la zona de la ribera del lago, quienes fueron privados de la libertad por un comando armado la noche del 9 de junio, así como del chofer de Uber, Wenceslao Mendoza, desaparecido en esa misma fecha.
Por la tarde, la Fiscalía del Estado dio a conocer la noticia que los tres jóvenes habían sido localizados dentro de una casa de seguridad en Chapala y junto con otras cinco personas, cuatro varones y una mujer. De estos últimos no existía una denunciar por desaparición.
Pese a este hallazgo, aún quedan decenas de familias a quienes les falta algún miembro. En la protesta de este lunes participaron parientes de personas desaparecidas desde 2017, que afirman, es cuando comenzaron estos incidentes de violencia. Chapala solía ser un destino turístico para los habitantes de la Zona Metropolitana y un oasis para sus moradores, pero las luchas entre grupos de la delincuencia organizada convirtieron la demarcación en una zona de guerra.
Los manifestantes firmaron una carta donde piden tres puntos principales: la intervención inmediata de los cuerpos de seguridad estatales para reforzar la seguridad en el municipio de Chapala; dos, el seguimiento puntual de cada uno de los casos y ejecuciones que se han registrado en el municipio y tres la instalación de una mesa de trabajo con autoridades municipales y estatales para crear una agenda conjunta de seguridad para la comunidad.
VÍA| PUBLIMETRO
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