Xi Jinping defendió el cuestionado proyecto de la Nueva Ruta de la Seda y prometió “apertura, desarrollo verde e integridad moral”

El presidente chino, Xi Jinping, se posicionó este viernes a favor de proyectos “transparentes” y “viables” para los presupuestos de los países que participan en su iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda.

Dirigiéndose a una audiencia de 37 jefes de Estado y de gobierno en Beijing, durante la apertura de la segunda cumbre sobre las llamadas Nuevas Rutas de la Seda, Xi prometió también “tolerancia cero” con la corrupción en el marco de este enorme proyecto de infraestructuras a través de Asia, Europa y África, acusado en ocasiones de opacidad.

Los críticos le reprochan que favorezca ante todo a las empresas basadas en China y lo acusan de suponer “una trampa de la deuda” para las naciones beneficiarias de los préstamos concedidos por bancos chinos.

“Todo debe hacerse de forma transparente y debemos tener tolerancia cero con la corrupción”, aseguró Xi Jinping.

Según el presidente chino, su país promoverá también el desarrollo “verde”. Algunos proyectos, sobre todo las represas y las centrales de carbón, son acusados en ocasiones de ser perjudiciales para el medio ambiente.

Entre los mandatarios presentes este viernes en Beijing se encontraban el presidente ruso, Vladimir Putin, y el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, cuyo país se convirtió el mes pasado en el primer miembro del G7 en sumarse a la iniciativa china.

El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi; el primer ministro griego, Alexis Tsipras; y el presidente suizo, Ueli Maurer, también se desplazaron a la capital china.

Pero la mayoría de países de Europa occidental, prudentes respecto al proyecto chino, solo enviaron ministros. Por su parte, Estados Unidos no envió ningún representante.

Las Nuevas Rutas de la Seda “no son un club” reservado a unos cuantos, destacó Xi Jinping.

Desde el lanzamiento de su iniciativa, en 2013, China invirtió en total 80.000 millones de euros en diversos proyectos y los bancos prestaron entre 175.000 y 265.000 millones, según Xiao Weiming, un alto responsable chino encargado del programa.

El presidente chino también prometió este viernes abolir las subvenciones “que alteran la competencia”, en respuesta a una exigencia de Estados Unidos, que acusa a Beijing de apoyar de forma abusiva a sus empresas públicas.

Xi prometió aumentar las importaciones chinas, no reducir la tasa de cambio del yuan y prohibir las transferencias de tecnologías impuestas a las empresas extranjeras.

Las masivas subvenciones concedidas por Beijing a sus empresas públicas son una de las manzanas de la discordia entre China y Estados Unidos, sumidas desde hace casi un año en una guerra comercial lanzada por el presidente Donald Trump.

“Revisaremos y aboliremos las reglamentaciones, subvenciones y prácticas no justificadas que alteran la competencia y los mercados”, declaró.

“Trataremos de forma equitativa a todas las empresas para favorecer la emergencia de un ambiente comercial basado en el mercado y el derecho”, prometió, al tiempo que pidió “decir no al proteccionismo”.

Tras un encuentro entre Trump y Xi a finales del año pasado, los dos países iniciaron una serie de negociaciones para evitar la imposición de una nueva ola de aranceles en sus respectivas exportaciones.

Con Información de Infobae

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