UN PRIMER INTENTO DE CLASIFICACIÓN O TIPOLOGÍA DE JUECES

Eduardo de Jesús Castellanos Hernández

 

Para fortuna de quienes queremos ver programas de televisión con información jurídica está disponible el canal del Poder Judicial de la Federación, donde a veces puede uno presenciar sesiones del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación o de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. En otras ocasiones hay conferencias o encuentros académicos, incluso con jóvenes abogados, pero también con filósofos del derecho expertos en temas de teoría jurídica un poco o bastante abstractos, pero desde luego que muy ilustrativos para los interesados en esos temas, entre los que me cuento. Aunque también a veces he visto películas y programas que podríamos llamar de entretenimiento más o menos de cultura general. Hay sesiones transmitidas en vivo y repeticiones por la madrugada.

 

Desde luego que no es el único canal de televisión que acostumbro ver, pero con lo que logro ver en mi tiempo disponible para televisión en ese canal tengo información suficiente para formular un reproche a los productores o administradores del Canal Judicial: no hay dónde consultar la programación semanal, con horario estricto y temas a ver. O por lo menos no sé dónde realizar esa consulta, a efecto de escoger temas que se debatirán en dichos máximos tribunales, o conferencistas destacados que a veces aparecen o películas que pudieran a uno gustarle. Si alguno de los lectores de este artículo tiene manera de comentarlo con alguien que pueda poner remedio a esa supuesta omisión, estoy seguro que hará mucho bien a los televidentes interesados en dichos temas y, seguramente, hasta puede aumentar el número de televidentes de ese canal. En las transmisiones del Tribunal Electoral una presentadora hacer una breve introducción sobre algunos de los temas que se abordarán en la sesión, con un escueto señalamiento de lo que se trata, pero a todas luces insuficiente para interesar al gran público de profesores, investigadores y estudiantes de derecho.

 

Bueno, este comentario introductorio es para acercarse a esos personajes tan poco conocidos por el gran público, más que excepcionalmente, que son los jueces que imparten justicia. Pues, lo más conocidos de ellos, justamente, son los que salen en la televisión, los que ya he dicho, las y los ministros de la Suprema Corte y las y los magistrados electorales de la Sala Superior del Tribunal Electoral. Así es que los demás jueces y magistrados pues son todavía menos conocidos del gran público.

 

El caso es que en los meses semanas y días recientes tantos las sentencias como la falta de sentencias sobre ciertos asuntos que resuelven -y otros que ya deberían haber resuelto, pero que todavía ni empiezan a discutir-, ha hecho que la prensa escrita y los noticieros de televisión pongan su atención en estos personajes habitualmente desconocidos, reitero. La verdad, no es extraño que esto suceda. Lo normal es la falta de información sobre personajes que tienen gran importancia e influencia en nuestras vidas cotidianas. Por ejemplo, sobre qué hacen, cómo trabajan y con qué recursos cuentan los médicos de los grandes y pequeños hospitales y clínicas del sector público en materia de salud. Sucede que con la pandemia parece haber alguna información sobre cuestiones de salud, pero no más que sobre temas específicos y reiterados acerca de la pandemia; pero no sobre otras cosas que nos gustaría conocer a los pacientes, derechohabientes, contribuyentes, administrados, gobernados y electores.

 

Pero tampoco tenemos información sobre qué hacen, cómo trabajan, con qué recursos cuentan y si los administran bien, por ejemplo, los directivos de PEMEX o de Comisión Federal de Electricidad. Por mencionar las dos empresas públicas más importantes del país y para nuestra vida cotidiana, pues si nos quedamos sin luz o sin gasolina vamos a tener bastante problema, aunque sea por un rato que nos falte -la luz- o pocos días -la gasolina-.

 

Así es que, con el ánimo de tener alguna idea, por lo menos, de cómo trabajan los jueces en general, se me ha ocurrido hacer una especie de clasificación para identificar algunos detalles personales y profesionales que podrían caracterizarlos y distinguirlos entre ellos mismos. Es una primera aproximación que puede tener errores u omisiones pero que, gracias a sacar a la luz pública esta primera tipología, hay oportunidad de ventilar el tema, tal vez recibir comentarios que permitan mejorar mi propuesta, o por lo menos reflexionar con mayor tiempo sobre las ventajas o inconvenientes de mi siguiente propuesta de tipología:

  1. Por la materia jurídica de su competencia jurisdiccional (civilistas, penalistas, electoralistas, laboralistas, agraristas, administrativistas, amparistas, etc.).
  2. De primera instancia, de segunda instancia y de última instancia (entre estos últimos, los ministros y magistrados ya mencionados, pero también los jueces de la Corte Interamericana de Derechos Humanos).
  3. Federales y del orden común (es decir, de las entidades federativas).
  4. De carrera judicial y paracaidistas (éstos, los llegados al cargo de jueces sin haber recorrido el escalafón judicial).
  5. Expertos y en formación (pues puede haber jueces jóvenes con poca experiencia, pero con muchas ganas de aprender bastante; lo que sucede en cualquier actividad laboral y profesional jerarquizada).
  6. Legalistas de control estricto y constitucionalistas de control difuso (esto tiene que ver con la forma de aplicar, interpretar y argumentar las leyes).
  7. Principialistas y ponderadores (esto también tiene que ver con la forma de aplicar, interpretar y argumentar las leyes).
  8. Los que se sujetan sólo a lo que dice el expediente y los que dictan diligencias para mejor proveer (es decir, los que se conforman con la verdad legal que refleja el expediente y los que tratan de buscar la realidad de los hechos sobre los que deben resolver).
  9. Los que exponen argumentación propia -sobre el derecho, los hechos y las pruebas- y los que sólo recopilan la argumentación de las partes (pues toda controversia jurisdiccional implica una esgrima argumentativa que puede ser entre dos o entre tres, si el juez se suma).
  10. Doctrinarios y positivistas (aquéllos acuden a la doctrina para dictar sus fallos y éstos se conforman con lo que dice la ley).
  11. Convencionalistas y nacionalistas (aquéllos buscan las normas de los tratados internacionales aplicables al caso y éstos dicen que sólo protestaron cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanan).
  12. Flexibles e inflexibles (pues el ámbito de discrecionalidad para resolver a veces es enorme).
  13. Corruptos e incorruptibles (aquéllos, aprovechan muy bien ese ámbito de discrecionalidad para resolver como les sea más rentable).
  14. Osados y miedosos (por cuanto al alcance de todo tipo que puedan tener sus resoluciones).
  15. De consigna e independientes (pues algunos, tal vez, acepten o hasta soliciten sugerencias de alguien de arriba o de más arriba).
  16. De carrera y trepadores (pues puede haber algunos que, aunque recorran el escalafón, no pongan mucho cuidado en su actuación jurisdiccional y prefieran privilegiar los ascensos sea como sea).
  17. Congruentes e incongruentes en sus fallos (pues luego vemos que con los mismos hechos y pruebas hay fallos diferentes, a veces opuestos).
  18. De tradición familiar judicial y recién llegados.
  19. Ostentosos y austeros.
  20. Hombres y mujeres.
  21. De género definido y transgénero.
  22. Licenciados y con estudios de posgrado (si son en instituciones de excelencia, mejor).
  23. Con obra jurídica publicada y ágrafos (aunque éstos pueden excusarse diciendo que escriben muchas resoluciones y acuerdos, aunque algunos sólo los firmen).
  24. Con apoyos o relaciones políticas internas y externas a la judicatura y los que no los tienen (se supone que puede ayudar para avanzar más rápido).
  25. Con pasión por la justicia y ritualistas (aquéllos, los mejores y, por fortuna, los más, pues es la esencia de la vocación judicial).

Sin duda, como ya dije, puede haber otros criterios más descriptivos, o los expuestos pueden ser presentados de mejor manera, por lo que involuntariamente puedo omitir parámetros de evaluación. Por eso he titulado esta nota como un primer intento que espero mejorar.

Ciudad de México, 19 de mayo de 2021.

Eduardo de Jesús Castellanos Hernández.

Profesor e Investigador. Doctor en Estudios Políticos por la Universidad de París (Francia) y doctor en Derecho por el Instituto Internacional del Derecho y del Estado (México); posdoctorado en Control Parlamentario y Políticas Públicas por la Universidad de Alcalá (España) y posdoctorado en Regímenes Políticos Comparados por la Universidad de Colorado, Campus Colorado Springs (Estados Unidos de América); Especialidad en Justicia Electoral por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (México).

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