Rodeado de tanques y con un discurso con pausas para presenciar el sobrevuelo de diferentes tipos de aviones militares sobre Washington DC, Donald Trump presumió ayer del potencial del ejército en la celebración del Día de la Independencia de Estados Unidos. “Durante más de 65 años, ninguna fuerza aérea enemiga ha logrado matar a un solo soldado estadunidense. Porque el cielo pertenece a Estados Unidos”, se jactó Trump en un discurso frente al Monumento a Abraham Lincoln.
En su alocución, Trump destacó la presunta eliminación del califato autoproclamado por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) y aseguró que el ejército estadunidense está formado por “los mejores soldados de la Tierra”.
“Al reunirnos este atardecer en la alegría de la libertad, recordamos que todos compartimos un patrimonio extraordinario. Juntos somos parte de una de las mejores historias jamás contadas: la historia de Estados Unidos”, apuntó. Trump, un republicano que quedó admirado por las llamativas muestras de orgullo nacional y fortaleza militar en Francia cuando presenció su desfile en París con motivo de la fiesta nacional gala del 14 de febrero, invitado por el presidente Emmanuel Macron en 2017, desestimó las preocupaciones sobre el costo de la ceremonia y las connotaciones militaristas del evento.
Antes del discurso, los demócratas lo acusaron de organizar un acto de campaña fuera de lugar, debido a que suele salirse del libreto y lanzar ataques partidistas evidentes incluso en eventos que no son abiertamente políticos.
Pero pese a que se había especulado con que Trump politizaría su discurso con miras al proceso electoral del próximo año, donde busca su reelección, el mandatario no se salió de un guion centrado en ensalzar episodios y logros históricos de las fuerzas armadas de EU. El acto Saludo a Estados Unidos contó con la presencia de aviones y helicópteros militares que sobrevolaron la emblemática explanada del National Mall.
Trump alabó el “espíritu estadunidense que envalentonó a los padres fundadores”, el grupo que lideró la revolución de las 13 colonias contra la corona británica y participó en la fundación del país en 1776. “Hasta el día de hoy, ese espíritu corre por las venas de cada patriota estadunidense. Vive en todos y cada uno de ustedes”, señaló.
El mandatario pronunció estas palabras frente a un grupo de invitados vip por la Casa Blanca, que repartió entradas de las primeras filas de las gradas temporales delante del Monumento a Lincoln a grandes donantes republicanos y a familiares de militares y veteranos de las fuerzas armadas. “Mientras nos mantengamos fieles a nuestra causa, mientras recordemos nuestra gran historia, y mientras no dejemos de luchar por un futuro mejor, entonces no habrá nada que Estados Unidos no pueda hacer”, continuó Trump.
La alta seguridad del Servicio Secreto de EU y las vallas metálicas instaladas fueron el centro de las críticas en las redes sociales, donde se recordó que hasta el año pasado era posible sentarse en las escaleras del monumento durante el 4 de julio para presenciar los fuegos artificiales. Como cada año, miles de familias se congregaron en la explanada del National Mall a lo largo del día vistiendo ropa con los colores de la bandera de EU —rojo, azul y blanco—, aunque la intermitente lluvia alejó a muchas personas.
También se pudieron apreciar diferentes posturas políticas entre los asistentes: muchas personas llevaban las características gorras rojas con el lema de Trump “Make America Great Again” (“Hacer Estados Unidos grande otra vez”), mientras otras lucían camisetas con el texto “Él no es mi presidente” en inglés. La gran atracción para los detractores del mandatario fue la presencia del Baby Trump, un globo inflable que lo caricaturiza y que se hizo famoso en las protestas del año pasado en Londres.
Y ADEMÁS CON LA MIRA EN LA LUNA Y MARTE
Donald Trump prometió ayer que Estados Unidos plantará “pronto” su bandera en la Luna y en Marte, durante su discurso en Washington para conmemorar el Día de la Independencia del país; sin embargo, no dio más detalles. Trump ya pidió en abril de 2017 que la NASA acelere sus planes de exploración espacial, cuya meta es enviar humanos a Marte en la década de 2030, para que un estadunidense pise el planeta rojo.
Con Información de Milenio
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