Trump acepta a regañadientes el acuerdo de gasto del Congreso

«No, no estoy contento». Donald Trump dejó claro ayer que el acuerdo de gasto alcanzado por los congresistas republicanos y demócratas no le complace: no incluye la financiación que él desea para su gran promesa de campaña, la construcción de un muro en la frontera con México. Pero, al mismo tiempo, dio señales de que no se opondrá frontalmente al acuerdo, que evitaría un nuevo cierre gubernamental como el que sufrió EE.UU. el año pasado.

El lunes por la noche, un grupo de legisladores de ambos partidos alcanzó un acuerdo de mínimos para asegurar la financiación de las operaciones de la administración federal hasta el próximo septiembre: el arreglo incluye una partida de 1.375 millones de dólares para la construcción de algo más de 80 kilómetros de vallas en la frontera, muy lejos de los 5.700 millones que exigía Trump para levantar más de 320 kilómetros de muro de cemento o hierro. Los demócratas hicieron alguna concesión, como eliminar la limitación de un número máximo de inmigrantes detenidos en territorio de EE.UU., mientras que aceptaron elevar la capacidad de los centros de detención de la policía de fronteras, conocida como ICE.

«¿Estoy contento a primera vista? La respuesta es no, no estoy contento», reaccionó Trump desde la Casa Blanca en su primera intervención sobre el asunto y tras constatar que la financiación del muro no está en el acuerdo. Sin embargo, aseguró que lo resolverá «añadiendo cosas» al acuerdo y que finalmente «construiremos un muro bonito, grande y fuerte».

El acuerdo ahora debe ser votado tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado y después requerirá la ratificación del presidente de EE.UU. Todavía no se puede descartar que Trump decida no apoyarlo, pero sus palabras ayer daban a entender que no lo haría: «No creo que vayamos a ver otro cierre», dijo sobre la situación que impidió la financiación de agencias federales durante 35 días y que dejó sin sueldo a casi 800.000 funcionarios.

Los líderes de los partidos mostraban optimismo con cautela sobre el éxito de la última negociación de la ley de gasto, condicionada por el nuevo reparto de poderes en el Congreso: desde las elecciones legislativas de noviembre, los demócratas controlan la Cámara de Representantes y la mayoría de los republicanos tampoco es suficiente para la aprobación de una ley de este tipo.

«Espero que encuentre el acuerdo aceptable y lo firme», dijo Mitch McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado. «Por favor, presidente, nadie ha conseguido todo lo que quería con esta ley, pero fírmela y no provoque un cierre», añadió desde la otra bancada el demócrata Charles Schumer.

La incógnita es cuál será el uso político que Trump haga de este acuerdo.

Con información de abc

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