Todos en espera del veredicto del caso en contra del acusado más famoso de Nueva York, Joaquín Guzmán Loera.

Desde el lunes en Plaza Cadman, frente a la Corte del distrito este de Nueva York, se estacionaron decenas de camarógrafos de medios de todo el mundo listos para difundir el veredicto que el jurado asignado al caso decidiría en contra del acusado más famoso de Nueva York, Joaquín Guzmán Loera.

Pero luego de tres días de deliberaciones, la docena de ciudadanos ha enviado el mensaje de que se están tomando en serio su papel, analizando con lupa cada prueba presentada y viendo si se puede aplicar a alguno de los diez cargos que pesan sobre El Chapo.

El jurado se topó con el dique que implica calificar el cargo número uno, que se refiere a Liderar una Empresa Criminal Continua, el cual agrupa 27 violaciones. De existir unanimidad en esta acusación, se castiga con cadena perpetua y de ahí la importancia y el cuidado que al parecer le están dedicando.  Para hallarlo culpable de ese primer cargo, la fiscalía tiene que probar que El Chapo formó parte de al menos 3 de las 27 violaciones enlistadas: que traficó con sustancias prohibidas, que conspiró con al menos otras cinco personas y que la fiscalía pudo probar que hubo utilidades, producto de ese trasiego.

Por la misma complejidad de calificar este cargo es que algunos miembros del jurado, a través de notas enviadas al juez Brian Cogan, pidieron revisar los testimonios de los hermanos Alex y Jorge Cifuentes Villa, pero también los de Jesús Reynaldo Zambada García, Vicente Zambada Niebla y Dámaso López Nuño. No se aclaró si deseaban escucharlos completos o partes específicas, pero por lo pronto el juez les hizo llegar versions escritas de dichas audiencias, cada una con 15 horas de duración en promedio.

El jurado también pidió que se les aclarara si la efedrina es considerada metanfetamina y si las guerras entre cárteles de la droga son consideradas crímenes del narcotráfico, para así poder juzgar de manera apropiada el cargo 9 que se refiere al uso de armas de fuego a lo que el juez les sugirió concentrarse mejor en los primeros cargos para poder avanzar.

Una petición más fue la de escuchar una llamada de El Chapo donde le pide a una mujer anónima que le pase sus contactos para “vender ice” (metanfetamina) en Estados Unidos petición a lo que la dama accede aunque le recomienda “vamos poco a poco y ahí le vamos midiendo el agua a los camotes”. El martes por la tarde, el juez hizo llevar al jurado a la sala para que escucharan el audio en la que ha sido su única aparición esta semana.

Una última petición fue la de tener acceso al testimonio del agente fronterizo Juan Aguayo, el cual arrestó a tres personas en San Diego durante un decomiso de marihuana en pangas pesqueras en enero de 2012.  Dicho testimonio, de una media hora de duración, se vuelve relevante porque es la acusación 22 del extenso primer cargo: distribución de 409 kilogramos de marihuana en la fecha citada. Debido a lo tedioso de algunas de las 38 sesiones a las que estuvieron expuestos a lo largo de tres meses, algunos miembros del jurado dormitaban o permanecían con la mirada extraviada, completamente desconectados de lo que sucedía en la sala. En más de una ocasión, el juez Cogan los alentó a que centraran su atención en los testimonios y esos descuidos probablemente sea la causa de que ahora algunos quieran revisar de nueva cuenta lo dicho ahí.

Finalmente, las 27 violaciones a las leyes internacionales y federales del primer cargo se explican de la siguiente manera: De la 1 a la 12, distribución internacional de cocaína con el Cártel del Norte del Valle. De la 13 a la 15, distribución internacional de cocaína con la Organización Cifuentes Villa. De la 16 a la 19, distribución internacional de cocaína con otros proveedores de Sudamérica.

Del 20 al 26, distribución de cocaína, heroína y mariguana. Y la violación 27, conspiración para cometer asesinato. En cuanto el jurado logre sacar adelante este cargo inicial, los demás se solventarán con mayor facilidad. Por ejemplo, la segunda violación aclararía el cargo 6, la tercera el cargo 7, la octava el cargo 8 y la doceava el cargo 5. En la acusación los cargos del 5 al 8 se refieren a la distribución internacional de cocaína. ¿Un veredicto fast track? Parece que el jurado elegido en Brooklyn para juzgar el caso de El Chapo Guzmán se dio cuenta que ha resultado todo lo contrario.

milenio

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