Senadora Jesusa Rodríguez llega para “sencillamente para seguir destruyendo”.

La actriz y senadora Jesusa Rodríguez es parte de la generación política que se hizo en la protesta y llega al poder “sencillamente para seguir destruyendo”, acusó la Iglesia Católica.

En el semanario oficial de la Arquidiócesis de la Ciudad de México, Desde la Fe también destaca que ese grupo de nuevos gobernantes -nunca menciona al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) por su nombre- que se quedaron en la oposición.

Quieren destruir a los demás simplemente porque no piensan como ellos, señala el periódico oficial de la Arquidiócesis dirigida por el cardenal Carlos Aguilar.

Textualmente lo menciona así:

“Cancelar al otro porque no piensa como yo, simplemente es una necedad, tal parece que esa es la competencia que desarrollan cuantos ya están acostumbrados a la protesta, que están en contra de todo.

“Parecería que llegan a las instituciones públicas, sencillamente para seguir destruyendo, para seguir ejercitándose en una protesta de oficio”.

A continuación la nota de Quadratín:

Luego de que la senadora Jesusa Rodríguez aseguró que “no es común encontrar católicos inteligentes”, la Arquidiócesis de México advirtió que la legisladora no ha acabado de entender su propia misión.

“Al querer igualar la confesión de una fe con la ineptitud o la falta de inteligencia, sencillamente esta servidora pública mostró que no ha acabado de entender su propia misión”, arremetió la Iglesia a través de su editorial dominical.

Advirtió que, quienes han sido elegidos como representantes de un grupo, o quienes han recibido un mandato cívico o político deben empeñarse doblemente en ello.

Además, la Iglesia católica señaló que “es muy contrastante que un hombre o una mujer, sobre todo si tiene un cargo público, tenga como consigna denostar o cancelar la buena acción, la inteligencia, la libertad de quien no piensa de manera igual a la suya”.

“En el Congreso de la Unión, y en muchos otros ambientes, lamentablemente se ha hecho más común que a base de gritos o protestas, que a base de calumnias o fáciles desacreditaciones, se pretenda tener la razón”, criticó.

En su editorial, sostuvo:

“Cancelar al otro porque no piensa como yo, simplemente es una necedad, tal parece que esa es la competencia que desarrollan cuantos ya están acostumbrados a la protesta, que están en contra de todo.

“Parecería que llegan a las instituciones públicas, sencillamente para seguir destruyendo, para seguir ejercitándose en una protesta de oficio”.

Teléfono Rojo

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