“Revocación” sin transformación.

Joel Hernández Santiago

De un tiempo a esta parte el gobierno federal y gobiernos estatales gobernados y Morena se han enfrascado en dimes y diretes con la autoridad electoral, el Instituto Nacional Electoral (INE), por la manera como cada uno se conduce durante el proceso y hacia el 10 de junio cuando los ciudadanos del país podrán acudir a las urnas y decidir si el presidente de México sigue o se va. 

 

No hay un solo día desde hace semanas en los que no se exija el respeto a la ley y, sobre todo, a la Constitución Mexicana, por un lado, mientras que por el otro se argumenta la defensa de los derechos ciudadanos, la libertad de expresión.

 

El INE insiste en que debe contenerse a Morena y sus aliados en sus ímpetus por conseguir que los votantes en mayoría decidan por el “sigue” al presidente-Morena- 4-T. Morena por su parte, de forma abierta o subrepticia, promueve ese “sigue” a través de distintos instrumentos de propaganda, discursos, mítines, redes sociales, en los que invita a los ciudadanos a votar “sigue”. 

 

Parece mentira que los mismos que aprobaron las leyes para la “Revocación de mandato” y establecieron las reglas y diseñaron estrategias y rutas y metas, ahora se convierten en “emisarios del pasado”, en ser “eso que ya no son”, en “antes era así, pero ya no”, para hacer chanchullos innecesarios en el proceso que de antemano tienen ganado, aunque… 

 

Y esto es así porque sorprende que este procedimiento de “Revocación de mandato” fue promovido por la parte interesada, que es decir el Ejecutivo-4-T, para decirle a los mexicanos que “si ellos lo deciden” estaría dispuesto a dejar la Presidencia y retirarse a su rancho en Palenque, Chiapas. Sabe antemano que no será así, pero quiere medir y exhibir músculo. 

 

… Sabe que no le dirán que se vaya: Esto con base en la confianza que tiene en sus seguidores, y con base en el cúmulo de recursos que se asignan a adultos mayores y jóvenes para garantizar un votante favorable cautivo. También hay miles de seguidores que actúan con base en su propio criterio y con base en su convicción favorable. El resultado se verá la misma noche de la votación. 

 

Y lo dicho. Cada día hay más llamados desde el gobierno federal y sus operarios, así como gobiernos de los estados de Morena que promueven ese “sigue”. Y hacen elogio de hechos de gobierno bajo su criterio de libertades políticas y derechos ciudadanos. 

 

La libertad de expresión, en este caso, es básica, sí, pero en este caso los mismos legisladores de su partido votaron por el silencio momentáneo para no enturbiar el proceso; lo mismo que con los resultados de gobierno que todo el tiempo se dan a conocer de forma prolífica por distintos medios propios o a disposición. El establecer a una “veda” para no hacerlo también fue decidido por los legisladores y está en ley Constitucional. 

 

Y lo dicho: Parece mentira que quienes juraron y requeté-juraron que las cosas serían distintas a partir de diciembre de 2018, que los chanchullos políticos y electorales terminarían. Pero ahora se enfrasquen en una discusión con el INE, al que le han declarado la guerra los Morenistas, siguiendo líneas superiores; una disputa inútil y perjudicial para ellos mismos porque expone sus ambiciones personales y de grupo. Y repiten la vieja maña deleznable de priistas y panistas de ganar, aun por encima de la ley.

 

Para el “Sigue”, hoy por todos lados se filtran anuncios, desplegados, espectaculares que aparecen al mismo tiempo y pagados de forma anónima o “regalados” por la empresa anunciante; hay alusiones a obra de gobierno, redes sociales utilizadas por gente de gobierno y sus huestes. 

 

Se incorpora gente que no trabaja en el gobierno para hacer esta tarea con el pretexto de que son privados y están en su derecho ciudadano… Es inútil. ¿A qué le temen? ¿Tienen miedo a que la gente no acuda a votar? ¿Por qué no iría a votar? En todo caso llevarán a sus votantes cautivos a hacerlo. 

 

Palacio Nacional y los Morenistas saben que habrá la votación. Pero lo que les importa ahora es que la gente acuda a las urnas en mayoría, porque si no lo hacen será una muestra de desgano o decepción ciudadana: un fracaso para ellos.  

 

Desde que se aprobó la “Ley Federal de Revocación de Mandato” por el Congreso, así como sus reglas, el INE pidió recursos adicionales para llevarla a cabo, toda vez que no estaba contemplado en su presupuesto para 2022. Se le negó el recurso aduciendo austeridad y acusando al INE de costos excesivos y que los Consejeros tienen sueldos muy elevados. Y en adelante –como por mandato supremo- en una guerra agresiva, se han lanzado acusaciones al INE en diversas formas.

 

Al llamado de la autoridad electoral de respetar la ley de Revocación, políticos de Morena responden  que el Instituto Nacional Electoral es enemigo del pueblo, que es enemigo de la democracia, que es enemigo de la 4-T, que es enemigo de México y tanto más. Éste se defiende y reitera que la ley la aprobaron ellos mismos y que, por lo mismo, hay que respetarla. 

 

El presidente dijo: “Ellos [INE] están tomando partido, no están actuando como demócratas y auténticos jueces” al no promover la revocación de mandato. Inmediato sus políticos-eco, como Claudia Sheinbaum, repiten lo mismo. Y acusan. Y señalan. 

 

¿Es esto un presagio de lo que será el 2024? Hoy se crea un ambiente adverso a lo que debería ser un proceso democrático impecable. Un proceso que es innecesario pero que ya está en Ley y hay que cumplirlo: en democracia. 

 

… Un proceso que moverá a miles de personas, que moverá millones en recursos y que, al final de cuentas terminará por ser el “Sigue”. Pero de seguir truncando la ley o distorsionarla con nuevas iniciativas y chanchullos será una victoria amarga. Como ocurría antes. Igual a como era antes. 

Sé el primero en comentar

Déjanos un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


*