Por qué es grave la salida de los consejeros independientes de Pemex

La probable salida de los tres consejeros independientes que ahora ocupan su asiento en el Consejo de Administración de Pemex puede tener consecuencias no sólo como freno temporal en la toma de decisiones de la petrolera, sino en la propia confianza de los inversionistas, que se ha visto mermada desde inicios de la Administración de Andrés Manuel López Obrador, comentaron analistas del sector.

El Consejo de Administración de Pemex tiene la tarea de revisar tanto los planes de negocios de largo aliento de la compañía, como los temas de adquisiciones importantes y otro tipo de decisiones que impliquen cambios clave en la compañía.

Este órgano lo integran el titular de la Secretaría de Energía (Sener) y el de la Secretaría de Hacienda, además de tres funcionarios del Gobierno. En la actualidad los primeros puestos los ocupan Rocío Nahle y Carlos Urzúa, mientras que los otros tres están ocupados por la secretaria de Economía, Gracia Márquez, la de Medio Ambiente, Josefa González, y el director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett.

Los consejeros independientes cuentan con cinco asientos dentro de este órgano, pero ahora sólo hay tres ocupados por Octavio Pastrana, Carlos Elizondo y María Fernández. Y están a punto de presentar su renuncia debido a diferencias de opinión con la actual administración de la compañía, según publicaron varios medios de información. El presidente López Obrador confirmó esta mañana que existe esta intención de salir por parte de los consejeros.

La fuga de estos tres consejeros tendrá un efecto inmediato, porque impedirá a la compañía contar con el quórum para sesionar y tomar decisiones relevantes, afirma Rosanety Barrios, experta en temas energéticas y ex funcionaria de la Sener.

“El consejo de Pemex no puede operar sin ellos, las decisiones estratégicas se van a tener que frenar”, afirma la especialista.

El artículo 26 fracción III de la Ley de Petróleos Mexicanos dice que las sesiones del Consejo serán válidas con la presencia de al menos seis consejeros, donde dos deberán ser independientes.

El presidente debe proponer ternas al Senado para cubrir estas vacantes, y los legisladores deben aprobar a quienes ocuparán el puesto por voto de dos terceras partes de la Cámara. En caso de rechazarlas, el Gobierno debe mandar otras ternas y, en caso de una segunda negativa, el titular del Ejecutivo puede elegirlo de manera directa, según lo mandata la ley de Pemex.

Así que la selección es muy similar a la proceso que ha generado críticas entre la oposición y otros sectores de la sociedad con la designación de los comisionados de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), y donde López Obrador reenvió a 11 de los 12 rechazados en la primera propuesta para ocupar los lugares en el órgano regulador energético.

La posibilidad del nuevo Gobierno de designar tanto a los consejeros independientes de Pemex, como de comisionados de la CRE, puede beneficiar la rapidez con que la nueva administración quiere lograr sus ambiciosas metas en el sector energético, apunta Adrián Calcaeno, director de Midstream y Líquidos de IHS Markit.

Pero esta estrategia conlleva el riesgo de dañar los contrapesos y balanzas que deben buscarse en empresas públicas como Pemex.

Estos movimientos también corren el riesgo de generar más dudas por parte de las agencias calificadoras, que entre los puntos que evalúan tienen en la mira que las empresas cumplan con las mejores prácticas de gobierno corporativo y, en el caso de las firmas públicas, una certeza de autonomía en sus decisiones respecto al Gobierno, añade Barrios.

Ambos especialistas recordaron que hace unas semanas circuló un proyecto de modificaciones a la ley de Pemex que buscaba darle más poder al director general. Estos movimientos pudieran tener el mismo efecto que se buscaba con esa propuesta que el propio presidente había dicho que no iba a apoyar.

La nueva administración se ha puesto metas ambiciosas en el sector energético como la construcción de una nueva refinería para 2021, además del incremento de la producción de crudo a los 2.4 millones de barriles promedio diario, desde los 1.7 millones actuales.

con información de Expansión 

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