Como parte de los eventos del programa de conmemoración por los 50 años del golpe de Estado en Chile, el Espacio Cultural San Lázaro realizó, mediante plataformas virtuales, la conferencia magistral “Conversación desde la historia y la memoria”, impartida por Ricardo Núñez, exembajador de Chile en México.
La subsecretaria del Espacio Cultural San Lázaro, Verónica Escobar Grajeda, apuntó que al conmemorar los 50 años es imprescindible hablar sobre las huellas internacionales que este acontecimiento dejó al mundo, tanto por el sufrimiento humano causado por el golpe de Estado, como por la sororidad internacional y los movimientos de derechos humanos.
“Agradezco al exponente por esta plática que nutre este gran programa”, expresó.
Ricardo Núñez destacó que México no solamente fue solidario con los chilenos durante el golpe de Estado, sino que lo ha sido en todo el transcurso de las relaciones entre ambos países con señales claras de cariño y amistad.
“Los 50 años de conmemoración de este hecho podrían haber quedado en el olvido y no ser rememorados; sin embargo, han sido difíciles de recordar por una actual situación de polarización en la vida política de Chile”, precisó.
Comentó que existe una polarización extrema en la sociedad chilena, entre una izquierda en el Poder, convencida de que era el camino correcto para las transformaciones, y por el otro lado la derecha y otros sectores.
Subrayó que la democracia es el único método que hay para resolver los conflictos que se generan al interior de una sociedad organizada, además de que la libertad es un factor esencial.
Resaltó la importancia de las transformaciones vividas en ese periodo, como el acceso de millones de chilenos a la educación, al trabajo digno y salario justo, aunque reconoció que se cometieron errores en materia económica, pues fueron más radicales. “Fue el único espacio de nuestro país durante el que desapareció el desempleo y todos los niños tuvieron acceso a la leche, una importante nutrición infantil”, añadió Ricardo Núñez.
Ana Cárdenas Zanatta, analista de política nacional e internacional, opinó que incluso hoy que debería haber una perspectiva y avance común en América Latina, a 50 años del golpe de Estado, “se ha visto en esta región a los fantasmas del autoritarismo y no se logra hacer una reflexión con piso parejo, eje común ni un consenso, de que la violencia no es una herramienta de transformación”.
“Es peligroso escuchar estas voces que al día de hoy ni siquiera le quieren llamar dictadura a lo que pasó hace 50 años, romantizan lo que ocurrió con el gobierno militar y mandan un mensaje diferente a las generaciones que no vivieron de cerca esto”, indicó.
–ooOoo–
Sé el primero en comentar