Mujeres. Punto y aparte.

 

Joel Hernández Santiago

 

Pasó el trago amargo para el gobierno federal. Ocurrió el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, que en México adquiere gran relevancia por el grado de agravios a los que, por mucho tiempo, se ha sometido a las mujeres mexicanas en toda la República, pero más aún en los dos últimos años… 

 

Al fin ocurrió la gran manifestación de mujeres que tenía nervioso al gobierno de México. En particular al gobierno federal, y al proceso electoral de Guerrero. Al final salieron multitud de ellas en la capital del país y en distintos estados de la República. 

 

Muchas: ¿cuántas? Aun no se conoce la cifra pero si las suficientes para mostrar las agallas y la indignación por los abusos en su contra y por el desdén caprichoso con el que se trata al problema femenino desde el gobierno federal. 

 

Independiente de que ha crecido el número de feminicidios en México, como también las violaciones y la impunidad en la que quedan la gran mayoría de los delitos y de que, por lo mismo, miles de mujeres prefieren no denunciar causas que debieran seguirse en ley porque simple y sencillamente o “no procede” o no les creen y son sometidas a escrutinio para desacreditarlas… 

 

También están los desajustes laborales como sociales, académicos, políticos o empresariales, abusos de autoridad y de relación…

 

Pero también, lo que les ha causado indignación es la manera cómo es tratado el tema desde el Palacio Nacional. En un tono más de reproche por exigir sus derechos; en un tono de menosprecio y porque simple y sencillamente no se atienden de forma rigurosa a sus demandas para ser estudiadas y calificadas en ley imparcial y eso: justa. No se percibe voluntad para ello. 

 

Dice el presidente que “antes” no ocurrían estas manifestaciones en tal magnitud. ‘Que es un complot del conservadurismo’. Nada más revolucionario que la exigencia de un cambio y sí, sí las había, no sólo en la fecha emblemática sino a lo largo del año –de los años-…

 

… Porque ha sido una constante el reclamo femenino en tanto no se solucione. Y esto lo ha recogido la prensa nacional e internacional, lo que el gobierno federal, en tono de victimización, acusa como un complot de la prensa conservadora mexicana y extranjera “en contra del gobierno del cambio”. 

 

Y es creciente el ahínco femenino porque es a lo largo de estos dos años en los que la indiferencia de gobierno no sólo se ha expresado en el ‘dejar hacer-dejar pasar’ los hechos criminales, como también la manera cómo se les descalifica a ellas de forma constante en sus exigencias; la manera cómo se tergiversan sus reclamos de derechos y la forma cómo se intenta que la sociedad repudie sus demandas. 

 

El gobierno federal, desde Palacio Nacional, o desde donde se encuentre, como ocurrió el domingo 7 de marzo en Palenque, Chiapas: Insiste en que “sí se apoya a la mujer”, que ‘ningún gobierno, de antes, ha nombrado en puestos clave del gabinete y gobierno a tantas mujeres como el de la 4-T’…

 

… Y les reclama que sus manifestaciones ocurran en tono de violencia, como si esto fuera generalizado y no fueran grupos enviados para desvirtuar públicamente las demandas formales y ciertas. Y se les dice a las mujeres organizadas que son portadoras de intentos de desestabilización y de amenazas tanto internas como internacionales a su gobierno. 

 

Y se mandó a construir una valla metálica alrededor del Palacio Nacional –que es donde habita el Ejecutivo nacional— para proteger el patrimonio de México –se dijo–. “Mejor una valla y no un contingente de granaderos, como antes”, dijo el presidente. La valla fue ominosa pero aun así se utilizó como memorial de muchas de las mujeres abusadas o desaparecidas. La respuesta: “fue una solución creativa”, se dijo desde Palacio Nacional. 

 

En todo caso las demandas femeninas siguen vigentes. El 8 de marzo es una fecha en la que el reclamo se hace aún más explícito y a modo de reclamo y estruendo. Pero es día a día como ocurren agravios en contra de ellas. Los mismos de siempre, y aún más en tanto predomina la impunidad. 

 

Como tampoco se hace nada en contra de suspender la candidatura de Félix Salgado Macedonio como aspirante a gobernar Guerrero, por Morena. Todo lo contrario. Se ha creado un juego de artificios para que, de todos modos y a contracorriente, sea el candidato y luego gobernador.

 

Pero ya, ya pasó el trago amargo del 8 de marzo para el gobierno federal. En unos días eso será historia para su agenda. Será punto y aparte. Dentro de un año se volverá a acusarlas de violentas, de “conservadoras” y de ser voceras de los enemigos de la 4-T. Como el año pasado. Como será entonces. 

 

Acaso sí, este año quedará como testimonio histórico el manifiesto que a manera de carta enviaron al Ejecutivo: 

 

“…Exigimos un alto a su desdén, estamos hartas de que nos descalifique, señor Presidente, no somos un partido político, somos una voz colectiva…”. Ni más, ni menos.

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