Los demócratas encargan a otro fiscal investigar la trama rusa

En una decisión que ha provocado un profundo nerviosismo en la Casa Blanca, la comisión de Inteligencia de la Cámara de Representanes, que controlan los demócratas, ha encargado a un veterano fiscal neoyorquino experto en investigar a la mafia rusa las pesquisas sobre los lazos de Donald Trump y su Gobierno con el Kremlin.

De este modo, el Capitolio tendrá su propio fiscal, Daniel Goldman, que trabajará de forma paralela a otras investigaciones sobre injerencias y abuso de poder, como la del fiscal Robert Mueller para el departamento de Justicia o la de la comisión de Asuntos Judiciales que podría provocar el proceso de impeachment o recusación del presidente.

La reciente puesta en marcha de una serie de investigaciones exhaustivas en el Capitolio sobre Trump como candidato y presidente ha llevado a este a quejarse de acoso y de ser víctima de una caza de brujas.

Según dijo el presidente ayer en Twitter, «los demócratas están cometiendo un delito de obstrucción de la justicia». En realidad, la comisión de Asuntos Judiciales de la Cámara solicitó el lunes documentos a 80 colaboradores del presidente para demostrar que es este quien ha cometido ese mismo delito, algo que, si es reelegido, podría provocar su recusación, un largo juicio en el Capitolio al que de momento se resisten los líderes demócratas.

A corto plazo, la investigación que más preocupa a Trump es la del fiscal Robert Mueller, que está acabando sus pesquisas y que de momento ha presentado cargos contra casi 40 personas, en su mayoría rusas. Al acabar su labor, probablemente en las próximas semanas, Mueller entregará al ministerio de Justicia norteamericano un informe, que en principio no será público.

Ante los crecientes problemas de la Casa Blanca, el nuevo fiscal general (ministro de Justicia) de Trump, William Barr, anunció ayer que no se inhibirá de la toma de decisiones que se desprendan de este, algo que crea una barrera de protección para Trump.

Aunque desde que ganara las elecciones en 2016, Trump se ha visto perseguido por la sombra de la duda de sus relaciones con Rusia, solo ahora, después de la victoria demócrata en las elecciones parciales de noviembre, esta sombra se ha plasmado en una serie de investigaciones que van a estar a pleno rendimiento cuando comience la campaña electoral en apenas un año.

El problema para el presiente es que antiguos colaboradores y empleados suyos, despedidos o dimitidos, están colaborando con esas pesquisas y ofreciendo a los investigadores abundante información. Quien fuera abogado suyo en la Casa Blanca, Ty Cobb, negó ayer que Trump sea víctima de caza de brujas alguna y calificó al fiscal Mueller de “héroe americano”.

con información de abc

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