Los aliados europeos temen que la deriva rusa de Erdogan resquebraje la OTAN

Los ministros de Defensa de la OTAN se reúnen este jueves y viernes en Bruselas para analizar, entre otros conflictos, la grave situación en el noreste de Siria. La incursión de Turquía en ese territorio y la aparente alianza del presidente Recep Tayyip Erdogan con el presidente ruso Vladimir Putin han disparado las alarmas entre los socios europeos de la OTAN, que temen un resquebrajamiento de la imprescindible unidad de la Alianza.

La deriva rusa de Erdogan, que ya incomodó a la Alianza con la adquisición de un sistema ruso antimisiles, abre una peligrosa brecha entre los aliados en un momento en que la organización ya se ve amenazada por las periódicas advertencias de abandono del presidente de EE UU, Donald Trump. “Si no se mantiene la unidad, la Alianza salta por los aires”, avisan fuentes aliadas europeas.

Las llamadas a la calma de EE UU, que asegura mantener el control de la situación a través de un plan de alto el fuego negociado con Ankara, no han tranquilizado a los aliados europeos. Y varios de ellos, con Francia a la cabeza, observan con indisimulado estupor la connivencia de un aliado como Turquía con Rusia, el tradicional rival de la OTAN.

Erdogan y Putin se reunieron durante más de siete horas en la noche del martes en la ciudad rusa de Sochi. Y para sorpresa de la mayoría de los observadores, dos rivales históricos como Rusia y Turquía pactaron actuar de manera conjunta en la ocupación de una franja de territorio sirio para crear una suerte de zona de seguridad para Turquía. “Incluso van a patrullar juntas fuerzas rusas y turcas”, se admira una fuente de la Alianza. 

Una colaboración al sur del continente entre un aliado de la OTAN y Moscú que contrastará vivamente con los frecuentes roces de los aviones de la Alianza con los rusos en el extremo norte del Báltico.

Con Información de El Pais

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