La ONU insta a México a abandonar “de inmediato” la militarización de la seguridad pública

El Comité contra las Desapariciones Forzadas de Naciones Unidas ha instado a México a abandonar “de inmediato” el enfoque de militarización de la seguridad pública en el país. El grupo de expertos independientes que visitó México en noviembre ha señalado este martes que la estrategia implementada desde los años noventa y aún vigente ha sido “insuficiente e inadecuada” para la protección de los derechos humanos.

“Las recientes reformas normativas no escapan a esta tendencia”, ha indicado la presidenta del comité, Carmen Rosa Villa Quintana, en una conferencia de prensa virtual desde Ginebra (Suiza). El informe presentado resalta que la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió 162 recomendaciones a las secretarías de la Defensa (Sedena) y la Marina por violaciones graves a los derechos humanos; 15 estaban relacionadas con desapariciones forzadas.

“La permanente participación de la Fuerza Armada” en las labores de seguridad pública en México “permite poner en duda” su respeto a “los estándares constitucionales e internacionales en materia de derechos humanos y seguridad ciudadana”, señala el informe. La Sedena y la Marina se encuentran entre las cinco autoridades federales con mayor número de recomendaciones en trámite ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), de acuerdo con el informe, y la Sedena y la Guardia Nacional figuran entre las diez autoridades señaladas con mayor frecuencia en los expedientes de presuntas violaciones a los derechos humanos. Ante esta situación, Villa Quintana ha señalado la necesidad de “fortalecer a las fuerzas civiles del orden” y de poner en marcha un plan de retiro “ordenado, inmediato y verificable” de los militares de las tareas de seguridad pública.

La estrategia de militarización se fomentó especialmente a partir del sexenio del panista Felipe Calderón (2006-2012), que sacó el Ejército a la calle para combatir a los cárteles. La conocida como guerra contra el narcotráfico ha continuado desde entonces. La modalidad no cambió con la llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador (Morena), quien había prometido cambiarla.

En 2019, sin embargo, el presidente creó la Guardia Nacional como una institución policial de carácter civil que en la práctica es un cuerpo militar: de sus 101.182 integrantes, el 58% provienen del Ejército y 16% el de la Marina; solo un tercio perteneció a la antigua Policía Federal. Un año después, López Obrador publicó un acuerdo presidencial que ordenaba a la Fuerzas Armadas permanecer en las funciones de seguridad. Las desapariciones crecieron durante este período de forma exponencial. Más del 98% de las observadas en el informe sucedieron entre 2006 y 2021.

Vía | El País

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