El Zumbido del Moscardón
Alejandro Leyva Aguilar
La joya de la corona para los morenistas, es el Estado de México que renueva gobierno estatal el próximo año y desde ya, el peje les dejó ver quién será su “corcholata”, como llama peyorativamente a sus candidatos.
La candidata, pese a quien la pese, incluso a las siglas de morena, será por dedazo tabasqueño, Delfina Gómez Álvarez, una impresentable educadora que ya fue candidata al gobierno del Estado de México y perdió frente a Alfredo del Mazo Maza.
Delfina es reconocida por los escándalos y los excesos. Fue alcalde de Texcoco donde se le atribuye -y además se le documentó- que pidió moches a los trabajadores de este Ayuntamiento, para suministrarle recursos de procedencia evidentemente ilícita a morena en la elección de 2018.
Pero sin duda eso le valió el aplauso y el reconocimiento de su padre político, el peje que, en cuanto tuvo la oportunidad, la hizo Secretaria de Educación, muy ad hoc con su formación de profesora.
Como todos los delegados federales, Delfina Gómez, ha sido la súper delegada de Bienestar en el Estado de México, así que no hay un programa social, un apoyo en dinero en efectivo a personas e la tercera edad y Ninis, que no lleve su sello y por tanto, las preferencias electorales en el EDOMEX, están a favor de la profesora amiga del peje.
Hay que decir que Delfina Gómez Álvarez, no es la única candidata al gobierno del EDOMEX, HAY 68 ASPIRANTES O SUSPIRANTES A OCUPAR LA CANDIDATURA Y EL ESCAÑO QUE DEJARÁ ALFREDO DEL MAZO, así que su designación no será miel sobre hojuelas y podría haber fracturas fuertes al interior del partido del peje.
Los negativos de la amiga del peje incluyen 55.5 millones de pesos desviados en Texcoco mientras fungía como alcaldesa, que estaba destinados al fondo de ahorro de empleados, de los cuáles descontó el 10 por ciento del salario de los trabajadores y dejó sin pensiones alimenticias a 50 mujeres divorciadas y, claro, también a sus hijos.
Las evidencias que presentó el PAN ante la Fiscalía General de la República, fueron contundentes, incluían cheques firmados por la alcaldesa, que serían muestra de que financiaba su campaña con dinero del erario de los trabajadores del Ayuntamiento de Texcoco, además pruebas de enriquecimiento ilícito, peculado y abuso de autoridad durante la campaña federal de 2018 donde buscó la gubernatura, como ahora en el EDOMEX.
Otro escándalo de Delfina Gómez, fue que el 16 de enero de 2015 se autorizó ella misma un pago de 217 mil, 279 pesos brutos como parte de una “gratificación extraordinaria” y posteriormente se asignó 220 mio 191 pesos como “finiquito laboral” por su gestión en Texcoco.
No hablemos del nepotismo de Delfina que incluyó al tesorero Higinio Martínez, hermano de Alberto Martínez Miranda, Secretario de Seguridad Pública y un sinnúmero de Martínez, Miranda, Meneses todos ellos emparentados consanguíneamente, por lo que hicieron del Ayuntamiento de Texcoco, un club de Toby.
Esa fichita será la candidata por segunda ocasión para gobernar el estado más poblado del país, donde habitan unos 25 millones de personas en municipios que son más grandes en población y problemas que estados de la república completos.
Falta a ver qué dice el PRI de Alfredo del Mazo Maza que ha gobernado el EDOMEX por más de 90 años y que tiene en su sebo al poderosísimo grupo político económico de Atlacomulco, aunque hay quienes piensan que la plaza está entregada a los morenistas.
Lo que si es una realidad es que ni el PRI, NI EL PAN por si solos pueden ganar la elección y es importante que puedan construir consensos para que lleguen al acuerdo de una Alianza opositora donde incluyan a todas las fuerzas posibles, para sacar un candidato de unidad y triunfador.
La Alianza en el EDOMEX, además es decisiva para 2024 porque ahí nos podremos dar cuenta que la única posibilidad que hay de vencer a morena y a sus cuestionadísimos candidatos, es a base de la unidad de la oposición en un gran bloque de contención que pueda darle algo de respiro a México tras las pifias cada día más peligrosas de un “presidente”, así en minúsculas y entre comillas que ya ha perdido cualquier rumbo.
@leyvaguilar
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