JALIFE, TATIANA, CLAUDIA, AMLO

Eduardo de Jesús Castellanos Hernández

 

Nos guste o no nos guste, todo lo que ahora se comenta o se deja de comentar sobre los diferentes asuntos públicos -que de cerca o de lejos nos atañen a todos los gobernados en este país que es México- tiene una implicación política relacionada con el proceso electoral que en su momento definirá la sucesión presidencial el año próximo y, necesariamente, el rumbo del país y de muchas cosas que  directa o indirectamente nos involucran -por ejemplo, la eficacia y eficiencia de los servicios públicos de salud y de todos los demás servicios, no solo los de educación o de seguridad donde de acuerdo con comparaciones internacionales es donde andamos peor (aunque en materia de abasto de medicinas andemos mucho peor todavía)-. 

 

Así es que por su enorme trascendencia, a mi juicio, para eso que llaman libertad de expresión de las ideas -ahora mismo y cuando empecemos a transitar por el segundo piso de la Cuarta Transformación, si es que antes no sucede otra cosa; una nueva alternancia, por ejemplo-, esta semana me voy a referir al episodio que protagonizaron los cuatro personajes cuyos nombres o apellido o siglas de abreviatura dan título a esta columna. 

 

Pues resulta que un buen día de la semana pasada amanecimos con la noticia de que el señor Alfredo Jalife Rhame -profesor universitario, analista político, columnista del diario oficialista “La Jornada” y partidario convencido de la 4T- había sido detenido por agentes de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, para cumplir una orden de aprehensión solicitada supongo que por la dependencia homóloga del Estado de Nuevo León. 

 

Que metan a la cárcel a un periodista político, sea de evidente notoriedad nacional o de ninguna, de inmediato suscita interés. Pero más curiosidad provoca si se trata de alguien de quien el propio presidente de la república -líder natural del movimiento político conocido como “Cuarta Transformación de la República” (4T), cualquier cosa que eso signifique- ha dicho que es su amigo. Lo primero que puede uno recordar entonces es la célebre frase aquella: “Con ese tipo de amigos para qué quiero enemigos”.

 

El caso es que hace más o menos un año, cuando la señora Tatiana Clouthier era titular de la Secretaría de Economía en el gobierno del presidente todavía en funciones Andrés Manuel López Obrador, el columnista Alfredo Jalife hizo algunas declaraciones en contra de algunas decisiones administrativas tomadas por ella con motivo de su encargo público. Ni tarda ni perezosa, la entonces secretaria de Estado presentó una denuncia penal en contra del sedicente profesor universitario y periodista que tuvo la osadía de poner en duda el patriotismo y pertinencia de las decisiones tomadas por esta celosa servidora de la república. La denuncia fue por difamación, calumnias y violencia política, y la señora Clouthier tuvo el cuidado de presentar la demanda en el Estado de Nuevo León, toda vez que ahí la difamación es un delito que se castiga con pena de prisión -según alcancé a leer en una nota editorial-.

 

Resulta, también, que cuando ocurrió el temblor de 2017 y se cayó el edificio del Colegio Rébsamen en la entonces Delegación Tlalpan de la Ciudad de México -tragedia en la que fallecieron 19 niños y siete adultos-, el comentarista Alfredo Jalife la emprendió en contra de la entonces delegada Claudia Sheinbaum, a la que señaló como responsable de la tragedia por diversas razones que no reedito aquí por mera precaución, no vaya a usted a pensar que por miedo a terminar en la cárcel. Pero si usted tiene teléfono celular y su teléfono está conectado a Internet con mucha facilidad podrá conocer esos detalles que mejor, por falta de espacio, no escribo aquí.

 

Pero, además, con motivo de la forma como se desenvuelve el proceso sucesorio del presidente de la república en funciones al interior de su movimiento y de su partido -el partido MORENA-, según leo en varias notas que aparecen en Internet, el periodista Alfredo Jalife también ha hecho algunas manifestaciones en las que se ha atrevido a poner en duda la impecable transparencia democrática con la que se lleva a cabo tanto el proceso al interior del partido político que impulsa la 4T, como las consecuencias previsibles en caso de que la señora Claudia Sheinbaum -todavía en busca de la precandidatura del partido oficial- llegase a ocupar la presidencia. Como tengo un libro publicado por Amazon que se titula “El Presidencialismo Populista Autoritario Mexicano de hoy, ¿prórroga, reelección o Maximato?”, por las mismas razones que ya antes he expresado prefiero no entrar en mayores detalles al respecto.

 

Para su buena fortuna el profesor universitario Alfredo Jalife salió de la cárcel al día siguiente luego, luego…. en Monterrey -a lo mejor gracias al buen amigo que tiene en el palacio nacional-. Supongo que tendrá que ir a firmar de vez en cuando, saliendo de su casa en la Ciudad de México hasta Monterrey; pues tal vez vaya a continuar la investigación o el proceso penal por los graves delitos por los que fue acusado el profesor Jalife por la enjundiosa señora Clouthier.

 

Antes de citar las solemnes declaraciones que al respecto hizo el presidente de la república, quisiera recordar un pequeño detalle: en la campaña política del partido oficial por la presidencia de la república la señora Tatiana Clouthier actualmente funge como coordinadora de Voceros de la todavía aspirante a precandidata presidencial de ese partido, la doctora Claudia Sheinbaum.

 

Ahora sí las solemnes declaraciones del señor presidente, aparecidas en todos los diarios del país. Después de afirmar que estuvo pendiente “hasta en la noche, para que se procurara su libertad”, señaló con furor republicano: “Puede haber excesos, pero no debe de limitarse la libertad; podemos no estar de acuerdo con lo que se expresa, pero debemos de garantizar el derecho a manifestarnos libremente. Eso es lo que puedo decir. Ya pasó, cada quién que haga sus conclusiones”. Con gusto hago las mías.

 

La primera es para recordar ese otro refrán mexicano: “Cuando la perra es brava hasta a los de casa muerde”. Pero hay algo más, lo que resulta evidente es el aviso a todos los críticos del gobierno para recordarles que lo que se afirma en el primer párrafo del artículo 7º constitucional -“Es inviolable la libertad de difundir opiniones, información e ideas a través de cualquier medio”-, está debidamente acotado por el primer párrafo del artículo inmediato anterior: “La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada o los derechos de terceros, provoque algún delito, o perturbe el orden público”.

 

El presidente de la república reconoció que pudo haber habido un exceso, menos mal. Imagine que usted tiene una edad de setenta y cinco años, es un profesor universitario que escribe en los periódicos y se expresa en sus columnas con la misma libertad con que siempre lo ha hecho en la cátedra universitaria y en los libros que escribe; y por una serie de artículos y expresiones públicas de usted que disgustaron a personajes poderosos, un buen día le sacan de su casa en la Ciudad de México y le llevan en prisión a Monterrey. Le liberan, por fortuna va usted a tener que seguir el proceso en libertad, gran fortuna. Su vida ha cambiado totalmente por expresarse con libertad.

 

Mi opinión -que espero no perturbe el orden público- respecto a este suceso que acabo de relatar es la siguiente: se trata de una advertencia y de una amenaza en contra de la libertad de opinión de todos los mexicanos; advertencia y amenaza lanzada por el propio presidente de la república y la precandidata designada por él para sucederlo. Esa es mi conclusión, señor presidente.

 

Ciudad de México, 11 de diciembre de 2023.

Eduardo de Jesús Castellanos Hernández.

Profesor e Investigador. Doctor en Estudios Políticos (Francia) y doctor en Derecho (México). Posdoctorado en Control Parlamentario y Políticas Públicas (España) y en Regímenes Políticos Comparados (EUA). Tiene la Especialidad en Justicia Electoral otorgada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Es autor de libros de Derecho Público, Privado y Social; Administración Pública y Ciencia Política; Derecho Electoral y Derecho Procesal Electoral; sus libros se encuentran en bibliotecas, librerías, en Amazon y en Mercado Libre. Las recopilaciones anuales de sus artículos semanales están publicadas y a la venta en Amazon (“Crónica de una dictadura esperada” y “El Presidencialismo Populista Autoritario Mexicano de hoy: ¿prórroga, reelección o Maximato?”); la compilación más reciente aparece bajo el título PURO CHORO MAREADOR. México en tiempos de la 4T” (solo disponible en Amazon).   

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