El gobierno de Andrés Manuel López Obrador apuesta por el control del litio en México y que sea un recurso estratégico. Lo planteó en la reforma eléctrica que debe aprobar el Congreso y que depende de la oposición. La apuesta del ejecutivo es que tenga rango constitucional.
El mineral ligero se utiliza en la electromovilidad, las baterías de equipos electrónicos, el almacenamiento de energía, los antidepresivos y hasta la industria nuclear. En 2018 la empresa Bacanora Minerals encontró el yacimiento de litio más grande del mundo en Bacadéhuachi (Sonora).
La anglocanadiense logró la concesión de unas 243 millones de toneladas de minerales en rocas y arcillas. Hace unos meses la empresa fue comprada por su socio mayoritario, el gigante chino Gangfeng. Se trata de uno de los mayores fabricantes de baterías eléctricas.
En medio de ese esquema el gobierno mexicano busca blindarse en el sector del litio. El plan del ejecutivo es respetar los acuerdos existentes, pero que la explotación futura quede bajo supervisión del estado. La reforma plantea que el gobierno dejará de entregar nuevas concesiones.
El texto señala que se respetarán los “antecedentes de exploración avalados por la Secretaría de Economía”. La reforma deja abierto qué sucederá con las concesiones en manos de empresas que no comenzaron la exploración. Actualmente México tiene 36 concesiones para explotar litio y sólo 27 están activas.
Vía | and radio
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