DETRÁS DE LA NOTICIA
Alfredo MARTÍNEZ DE AGUILAR
* Las más ácidas críticas inundan las benditas redes sociales y los medios digitales por la imposición de los Miércoles de Sti’ Guenda Stidu’ “Miércoles de nuestra Identidad” con el uso de vestimenta típica del estado.
* Esta imposición cultural es un grave atentado a la libertad individual y colectiva de los trabajadores del Gobierno del Estado de Oaxaca que vulnera sus derechos humanos fundamentales a la identidad personal.
Con un evidente tufo autoritario antidemocrático, falto de sensibilidad política, de manera por demás irresponsable, el secretario de Administración, Noel Hernández Rito, impone la folclorización del Gobierno de Oaxaca.
Las más ácidas críticas inundan las benditas redes sociales y los medios digitales por la imposición de los Miércoles de Sti’ Guenda Stidu’ “Miércoles de nuestra Identidad” con el uso de vestimenta típica del estado.
Alarmante la folclorización del Gobierno de Oaxaca, toda vez que es una perversa maniobra de distracción de graves problemas, como la seguridad y la salud, y que atenta contra derechos humanos de los trabajadores.
En lugar de centrarse en aspectos críticos de la gestión pública, como la seguridad, la educación y la economía, el énfasis en la vestimenta desvía la atención de problemas urgentes que necesitan atención y solución.
Pero no es solo un distractor de la atención de las obligaciones constitucionales fundamentales, de las funciones y atribuciones gubernamental prioritariamente, como garantizar la seguridad a los más de cuatro millones de gobernados.
La obligación de vestir ropa típica es una imposición cultural que no respeta la diversidad de identidades del estado. Cada individuo tiene derecho a expresarse a través de su vestimenta y puede que no se sienta identificado con la ropa tradicional que se les exige usar.
Esta imposición cultural es un grave atentado a la libertad individual y colectiva de los trabajadores del Gobierno del Estado de Oaxaca que vulnera sus derechos humanos fundamentales a la identidad personal.
La obligación de usar ropa típica se considera una limitación a la libertad personal y profesional de los empleados del gobierno. La vestimenta es una forma de expresión individual, y al imponer un código de vestimenta específico, se restringe esa libertad.
Obligar a los funcionarios a vestirse con ropa típica puede generar situaciones de falta de autenticidad. La vestimenta tradicional debe ser utilizada con orgullo y sentido, no como un símbolo impuesto que podría desvirtuar su significado cultural verdadero.
Al enfatizar la vestimenta típica en el ámbito gubernamental, puede observarse una estrategia de marketing turístico que podría no coincidir con la realidad social de la población local. Esto podría llevar a una percepción errónea del estado y su gente.
No todas las comunidades de Oaxaca tienen la misma representación cultural y, por ende, forzar el uso de un tipo de vestimenta podría generar desigualdad y falta de autenticidad en la representación y limitación a la libertad personal.
La peor consecuencia será invisibilizar otras tradiciones y costumbres en la vestimenta típica que también son parte del patrimonio del estado, mayormente pluriétnico y pluricultural. Esto puede llevar a una visión monolítica de la cultura oaxaqueña.
La imposición de un vestuario específico podría tener repercusiones prácticas, como el incremento de costos para aquellos que deben adquirir prendas específicas o la incomodidad en el desempeño de sus funciones diarias.
La obligatoriedad de la vestimenta típica es vista como una resistencia al cambio y a la modernización. En un mundo cada vez más globalizado, es importante encontrar un equilibrio entre la tradición y la inclusión de nuevas corrientes de pensamiento y estilos de vida.
En conclusión, aunque el uso de ropa típica puede tener su valor simbólico y cultural, su imposición en un contexto gubernamental genera múltiples críticas que reflejan la complejidad y diversidad de la sociedad oaxaqueña.
Es fundamental buscar formas más inclusivas y respetuosas que celebren la cultura sin comprometer la libertad individual y la representación equitativa de todas las voces dentro del estado y que no distraigan a los empleados de sus responsabilidades laborales.
La implementación del programa «Miércoles de Sti’ Guenda Stidu’» genera confrontación entre trabajadores del Gobierno de Oaxaca y usuarios en redes sociales, al circular un oficio de la Secretaría de Administración que ordena portar ropa típica del estado todos los miércoles.
La iniciativa, que busca promover la identidad cultural oaxaqueña, ha sido criticada por algunos empleados que consideran la medida una imposición sin sentido práctico, sobre todo ante la pública y notoria falta de mejoras laborales y operativas en el gobierno.
Activistas y ciudadanos han señalado que este tipo de acciones forman parte de una estrategia mediática de la llamada «Primavera Oaxaqueña», que utiliza nombres en lenguas indígenas como imagen de inclusión, pero sin acciones reales a favor de los pueblos originarios o de los trabajadores públicos.
“Oaxaca no necesita empleados disfrazados cada miércoles, necesita instituciones que funcionen para la ciudadanía, servidores públicos con condiciones dignas y un gobierno que deje de ver a los trabajadores como utilería para sus espectáculos políticos”, opinó un usuario en redes, según publicación del medio digital Acierta.
alfredo_daguilar@hotmail.com
director@revista-mujeres.com
@efektoaguila

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