En más de 100 mil pesos se venden medicamentos robados

Las organizaciones dedicadas al huachicoleo de medicamentos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Torreón y en otras partes del país tienen en la mira los fármacos más caros de México: se trata de productos controlados para tratamientos contra el cáncer, diabetes y VIH, con costos que van de 30 a 107 mil pesos por unidad, con una consecuente alta demanda en el mercado negro.

Información obtenida por MILENIO apunta a que entre las medicinas que han sido sustraídas mediante recetas falsas se encuentran tratamientos oncológicos como el Revlimid, cuyo precio en farmacias especializadas asciende a 107 mil pesos para una caja con apenas 21 pastillas, e Isentress, un antiretroviral usado para combatir el VIH, que se comercializa en 12 mil pesos.

El diferencial de valor entre medicamentos que el instituto entrega gratis a sus derechohabientes y su elevado precio en el mercado privado es un elemento que atrae a las redes dedicadas a la falsificación de recetas.

El detalle está en su valor y en su importancia para atender enfermedades graves: es el caso de fármacos como Gefitinib, para cáncer de pulmón, Vargatef, para fibrosis pulmonar, y Suntent, para cáncer de estómago. Luego de que MILENIO diera a conocer en su edición de ayer que el IMSS ha detectado esquemas de robo en clínicas de todo el país y de que se frenaron más de 60 mil recetas apócrifas en el Hospital General de Zona 16, en Torreón, Coahuila, el instituto anunció ayer que ya se interpuso una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República.

Por lo pronto, en Torreón, epicentro de las investigaciones dadas a conocer por este diario, ayer comenzaron a mostrarse los primeros efectos del operativo contra los huachicoleros de medicamentos.

En las farmacias de las clínicas 71 de Alta Especialidad y el Hospital General de Zona 16 se registraron carencias de medicinas, como parte de la investigación ordenada por el gobierno federal, en tanto se reorganiza el suministro y la entrega de los fármacos a los derechohabientes.

Personal médico del Seguro Social que pidió permanecer en el anonimato señaló que como parte de los procesos administrativos hay controles estrictos en el otorgamiento al médico del recetario correspondiente, donde la normatividad indica elaborar una bitácora de los mismos y cada doctor es registrado cada vez que se le entrega un bloc de recetas, que tienen un número de folio.

Indagatoria a escala nacional El director general del IMSS, Germán Martínez Cázares, aseguró anoche que el robo de medicamentos se está investigando a escala nacional para garantizar que el ilícito no se reproduzca en otras entidades.

En entrevista con Héctor Zamarron para MILENIO Televisión, el titular del instituto expresó: “Tenemos que ser eficientes para entregar las medicinas a quien realmente lo necesita. El IMSS está haciendo una labor para revisar la puerta de salida de los medicamentos en todo el país y ahí se encontró con lo de Torreón, pero tenemos otras investigaciones en todo el país”.

Horas antes, en un comunicado de prensa, el IMSS confirmó el hallazgo de los recetarios apócrifos en el Hospital General de Zona 16, a efecto que se investigue su procedencia, distribución, uso y se deslinden responsabilidades.

Martínez Cázares estimó que la red de corrupción provocó un daño económico al instituto por alrededor de 300 millones de pesos, debido a que las recetas habrían servido para sustraer medicamentos caros de la farmacia del hospital.

El funcionario federal hizo un llamado a todos los trabajadores del instituto a colaborar con esta investigación para dar con los responsables, garantizando el anonimato de quien haga alguna denuncia al respecto. Informó que la investigación se lleva a cabo a escala nacional con el objetivo de cerrar espacios a la corrupción y ofrecer mejores condiciones de servicio para los derechohabientes.

“La denuncia se presentó contra quien resulte responsable luego de que se registraron diversas irregularidades en la entrega y control de las recetas con las que presuntamente se surtían los medicamentos. Los originales expedidos por la Dirección de Prestaciones Médicas fueron reemplazados por otros aparentemente falsos”, apuntó.

“Adicionalmente se informa que se cuenta con un dictamen pericial de documentos copía, en virtud del cual se advierten diferencias en la tipografía, color, diseño y tinta entre las recetas originales y las falsas”, agregó. Las recetas falsas fueron distribuidas a diversos médicos del hospital coahuilense a través de 216 recetarios, contabilizados hasta el momento, por lo que realizaron sus funciones de prescripción de medicamentos con las mismas, desconociendo su origen apócrifo. Hasta el momento se desconoce el destino y uso específico que se le dio a los formatos originales que fueron reemplazados.

Se afirmó que los recetarios falsificados fueron retirados, se encuentran bajo resguardo, se dieron de baja los folios de las recetas falsas en el sistema, con la finalidad de que no sean utilizadas para surtir medicamentos, y se sustituyeron por documentos originales, mismos que se entregaron a los médicos para el ejercicio de sus funciones.

 

 

milenio.

 

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