El Parlamento venezolano llevará mañana a la cumbre del grupo de Lima el “uso de la fuerza” contra Maduro

El Parlamento venezolano planteará mañana lunes a sus aliados, en la Cumbre del Grupo de Lima que se celebrará en Bogotá, una “escalada en la presión diplomática y el uso de la fuerza contra Maduro”, según ha avanzado este domingo Julio Borges, ex presidente de la Asamblea Nacional. En la reunión también participará Juan Guaidó, quien anoche adelantó que todas las opciones están sobre la mesa.

“Lo ocurrido ayer (sábado) abre las puertas una estrategia más determinante, definitiva e inmediata”, subrayó Borges, quien ejerce como embajador del presidente encargado ante el Grupo de Lima. La acusación contra el Gobierno bolivariano se basa en que desató la violencia en la frontera, quemó medicinas y bloqueó la ayuda humanitaria. El balance preliminar realizado por el Observatorio Venezolano de la Conflictividad Social adelanta que al menos tres personas fueron asesinadas y casi 300 resultaron heridas.

“Queremos utilizar la presencia (en Bogotá) del vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence; del presidente Iván Duque y de todos los cancilleres del Grupo de Lima para fijar y pedir ese paquete de acciones contundentes”, añadió el dirigente opositor, exiliado en la capital colombiana.

Esta misma línea fue la que defendió anoche Guaidó en Twitter, poco después de su encuentro con los medios tras los acontecimientos de este 23-F. “Los acontecimientos de hoy me obligan a tomar una decisión: plantear a la Comunidad Internacional de manera formal que debemos tener abiertas todas las opciones para lograr la liberación de esta Patria que lucha y seguirá luchando. ¡La esperanza nació para no morir, Venezuela!”.

“Todas las opciones de la comunidad internacional que han logrado el cerco diplomático que contribuirá al cese de la usurpación, al Gobierno de transición y elecciones libres. Seguimos adelante”, puntualizaba el presidente de la Asamblea.

Poco antes, Guaidó había anunciado en rueda de prensa que este lunes participará en la Cumbre del Grupo de Lima para discutir posibles acciones diplomáticas. Mike Pence, vicepresidente de EEUU, también se sumará a la reunión.

“Mi responsabilidad es buscar los caminos para abrir la democracia y quitarle la careta a la dictadura. Nuestra responsabilidad como pueblo es resistir e insistir. Sé que durante años lo hemos hecho, en un sacrificio incuantificable. Vamos a luchar día a día”. El presidente Juan Guaidó compareció ante los medios esta noche (madrugada en España), respaldado por su homólogo colombiano Iván Duque, pese a la ruptura de relaciones diplomáticas ordenada por Nicolás Maduro.

El día D del desafío opositor contra la revolución no había acabado, pero ya se podía hacer un resumen más allá de las 50 protestas realizadas en 24 estados, contabilizadas por la ONG Provea. Se desconocía realmente si algún convoy de ayuda humanitaria pudo avanzar dentro del territorio venezolano, más allá de los dos camiones llenos de medicinas quemados por los policías gubernamentales. El barco que zarpó desde Puerto Rico fue amenazado con ser hundido por las fragatas gubernamentales y decidió cambiar su trayectoria.

Cambios de bando

Además de desnudar al chavismo una vez más ante la comunidad internacional, la mayor victoria opositora fue comprobar que las filas militares no están tan prietas como asegura el “hijo de Chávez”. Hasta 67 uniformados cambiaron de bando en un solo día, la inmensa mayoría guardias nacionales, compañeros de armas de los 27 sublevados el 21 de enero en el Cuartel de Cotiza. Un general de peso durante la revolución también decidió reconocer a Juan Guaidó.

“¡La orden es masacrar al pueblo!”, gritó el penúltimo guardia nacional tras cruzar la frontera, huyendo desde Venezuela, mientras era protegido por soldados colombianos de la ira popular. “¡La orden es sacar a los colectivos y sacar a los presos a la calle!”, añadió el sargento Miguel Tolosa.

Con este salto de frontera son ya 67 militares los que han abandonado el bando revolucionario en una sola jornada, 59 en Cúcuta y 8 en Arauca. Todos ellos han recibido salvoconducto de las autoridades colombianas, incluso algunos de ellos conversaron, y se cuadraron, ante el presidente encargado. Colombia analizará cada caso en particular. Dos de los guardias escaparon junto a sus familias.

La mayoría son miembros de la Guardia Nacional Bolivariana, el cuerpo militar especializado en orden público que durante las protestas de 2017 encabezó la represión contra los estudiantes. La mayoría son sargentos y tenientes, además de soldados. Al frente de todos ellos el mayor José Sandoval.

En el puente fronterizo también hicieron acto de presencia el mayor general retirado Clíver Alcalá, militar clave durante la época de Chávez y disidente desde hace dos años, acompañado por el mayor Hugo Enrique Parra, en activo, otro alto oficial que reconoció públicamente al presidente encargado.

Durante el día, el general Alexis López Ramírez (un peso pesado del Ejército, quien había demostrado su incomodidad desde la destitución de la fiscal rebelde, Luisa Ortega, hace dos años) reconoció a Guaidó como presidente. “El único civil que puede comandar la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) es el presidente de la República. Desde hace unos años vemos como gobernadores, jefes del PSUV, policías y ese adefesio que llaman protectores se abrogan el mando de nuestra FANB. Exijo respeto a la Constitución”, subrayó el general López Ramírez, en alusión directa a Freddy Bernal, el polémico expolicía chavista que comanda las tropas en la frontera.

Hasta hace dos años, López Ramírez comandaba el Consejo de Defensa Nacional, de cuya secretaría dimitió. El general volvió a criticar la presencia de militares cubanos, “que hacen el trabajo de los estados mayores”.

Otro general, José Miguel Montoya, fue arrestado por agentes de la policía política tras permanecer durante más de 30 horas con los indígenas pemones.

A estos militares que se “incorporan a la ruta constitucional” se refirió el presidente encargado de Venezuela en sus últimos tuits. “Nos reiteran que lo que hoy hay en la FAN es miedo, necesidad e irrespeto”. Guaidó los define como soldados que “en algún momento tuvieron ilusión por la carrera militar y hoy son prisioneros del terror”.

Asimismo, Guaidó se preguntaba si Hugo Chávez aceptaría “lo que Maduro ha traído para Venezuela y la FAN: hambre, violencia, represion y miedo. Maduro ha destruido todo comenzando por la constitución del 99 promovida por Chávez en el 99 y defendida por nosotros en 2007”.

En horas de la noche continuaba la confusión en torno al número de víctimas mortales. Según el último reporte del Foro Penal, se habrían producido dos asesinatos confirmados en Santa Elena del Uairén, en la frontera con Brasil. Otro de los rebeldes estaba en estado crítico en un hospital de la ciudad brasileña de Boa Vista, con varios balazos en el cuerpo. La ONG intentaba confirmar la muerte de otro manifestante, denunciada durante el día.

Amnistía Internacional (AI) denunció el uso de la fuerza, ataques a manifestantes con armas de fuego, incluidos fusiles tipo AK.

Más de medio centenar de heridos de bala, buena parte disparada por colectivos chavistas (paramilitares) y más de 200 heridos de menor consideración, incluidos los que fueron atendidos por asfixia, resumían la salvaje represión, una vez más en la Historia de Venezuela. El Observatorio de Conflictos Sociales registró el despliegue de colectivos en al menos nueve estados del país. “Esto de hoy fueron actos de guerra contra la población civil”, remachó Rocío San Miguel, presidente de Control Ciudadano para la Fuerza Armada.

“Hoy vimos cómo un hombre, que no le duele Venezuela, mandaba a quemar comida enfrente de hambrientos. Vimos a un hombre quemar medicinas en frente de enfermos. (Los militares) no le deben ningún tipo de obediencia a quien con sadismo celebra que no entre ayuda humanitaria. Quien usurpa Miraflores ha tomado el peor camino”, concluyó Guaidó.

con información de el mundo

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