El infierno en la tierra

El Zumbido del Moscardón 🐝
Alejandro Leyva Aguilar
“EXPRESO MI DOLOR Y CONSTERNACIÓN POR EL ASESINATO EN MÉXICO, ANTEAYER DE DOS RELIGIOSOS JESUITAS Y DE UN LÁICO. ¡CUÁNTOS ASESINATOS EN MÉXICO! LA VIOLENCIA NO RESUELVE LOS PROBLEMAS, SINO QUE SÓLO AUMENTA LOS SUFRIMIENTOS INNECESARIOS”: Papa Francisco.
A qué grado ha llegado la violencia en México, que el máximo Jerarca de la Iglesia católica abre un signo de admiraciones en twitter para escribir: ¡CUÁNTOS ASESINATOS EN MÉXICO!; y ¿quién es el directamente responsable de salvaguardar la integridad física de los ciudadanos mexicanos?, el Estado y ¿quién encarna al Estado?, el peje.
La sentencia del Papa Francisco es justamente para quien ejerce -o mejor dicho para quien no ejerce- el poder en México que es el Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, es decir López, un tipo que en su mañanera, ni siquiera se tomó la molestia de hablar de los jesuitas asesinados en Chiahuahua.
En la entrega del 21 de Junio expuse que la Diócesis Primada de México, ya se había pronunciado por la ola de tres años de violencia que vive nuestro país y sugería que si la alta jerarquía católica en nuestro país se había pronunciado en su Semanario “Desde la Fe”, habría sido porque los intereses de los curas, ya estaban siendo tocados por el crimen organizado.
Justamente esa mañana en que se publicó el órgano informativo de la curia católica en la comunidad dd Cerocahui en el municipio de Urique Chihuahua, dos sacerdotes jesuitas fueron asesinados por un sicario y entonces los focos rojos se encendieron.
La Iglesia católica que yo recuerde, no había sido afectada en sus miembros y en sus activos, desde 1993, cuando en el aeropuerto de Guadalajara en Jalisco un comando armado asesinó al Obispo Juan Jesús Posadas Ocampo, algunos dicen que por confusión, otros que por el narcotráfico.
Todo comenzó en Chihuahua con el secuestró de un guía de turistas de nombre Pedro Eliodoro en Cerocahui y fue llevado a al templo de la localidad, ahí el padre “gallo”, es decir Joaquín Mora y el cura Javier Campos, intentaron protegerlo, sin embargo el sicario, mató a los tres pero no solo eso, después de matarlos, se los llevó.
La Compañía de Jesús denunció que los cuerpos de los tres asesinados, fueron sustraídos del edificio del templo por personas fuertemente armadas, por lo que esta congregación, exigió a las autoridades la recuperación de los cuerpos de los occisos.
Por supuesto que la señora Rosa Icela Rodríguez, Secretaria de Seguridad Pública Federal dice que el agresor está identificado, pero aún no está preso y que se está trabajando para dar con el paradero para que el crimen no quede impune…
No obstante otro sacerdote de nombre Javier Ávila, le está ofreciendo pistas a las autoridades a ver si se atreven a hacer algo, señaló a un líder delincuencial de la región llamado Noriel Portillo alías El Chueco a quien presuntamente la Compañía de Jesús le habría pedido que les dejara los cadáveres para darles cristiana sepultura, petición que les fue negada.
En tanto en la capital del país la Compañía de Jesús -los jesuitas- La Conferencia del Episcopado Mexicano y la Universidad Iberoamericana, condenaron el crimen y exigieron el esclarecimiento… “con profundo dolor, denunciamos el homicidio de nuestros hermanos… condenamos estos hechos violentos, exigimos justicia y la recuperación de los cuerpos”, luego de señalar que “no son hechos aislados”, expresaron que “no callaremos ANTE LA REALIDAD QUE LACERA A LA SOCIEDAD”.
Después de los crímenes, la autoridad se enteró también que de que cuatro turistas que visitaban la zona también fueron privados de su libertad, entre ellos, dos hombres, una mujer y un menor…
Mientras tanto en Oaxaca ejecutan a un funcionario de la Fiscalía General del Estado y en un tianguis en Celaya, en pleno día y a la vista de todos, sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación, asesinaron al comerciante Âlvaro Luna… ¡YA ESTAMOS EN EL INFIERNO!, éste es el México de hoy, el más sangriento.
@leyvaguilar
Instagram: leyvaguilar
Facebook: Francisco Alejandro Leyva Aguilar

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