- El crimen amenaza y descuenta a 342 candidatos
- Los partidos arman datos sin apoyo del gobierno
- El frente opositor y Xóchitl intentan revitalizarse
Por JOSÉ UREÑA
La cifra y la causa escuecen.
Hasta ayer se tenía conocimiento de 342 renuncias de candidatos registrados por amenazas del crimen organizado.
Ojo: sólo advertencias de la delincuencia, no retiros por causas personales, falta de apoyo de sus partidos políticos o enfermedades.
Información aparte a la difundida, para escándalo del país y de las instituciones electorales, hace semana y media en Zacatecas.
El 27 de abril el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ) confirmó oficialmente el retiro de 217 mujeres por “violencia política contra mujeres por razones de género”.
De esa información se colige: sólo se refieren a diputaciones locales (en total 307 de mayoría relativa y 398 de representación proporcional), 398 a presidentes municipales, 385 sindicaturas y más de cuatro mil regidurías.
La consejera estatal a zacatecana Dania Ravel acotó en sesión extraordinaria que entre las dos centenas solamente una dimisión fue confirmada “por sufrir violencia política”.
ARMAS AL MANDO
Ahora hablamos de un solo fenómeno.
Estadística nacional concentrada por los dos frentes, el oficialista y el opositor, más candidatos independientes y emecistas.
Ya no hubo tiempo de incluir en esta estadística a la treintena de abanderados ejecutados en distintos lugares de la república, bien sea en busca de la postulación o bien ya en campaña formal.
Eso modifica sustancialmente los números con su saldo de inseguridad imperante en una contienda manchada de sangre y muerte en un país en santa paz, según lo dicho por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Otros tuvieron mejor suerte porque se salvaron.
En fechas recientes Juan Gómez Morales (4 de mayo), aspirante a la alcaldía de Benemérito de las Américas por el Partido Chiapas Unido.
Sin duda cambiaría la muerte de su hijo por la candidatura.
O Eduardo Rivera (PAN, PRI, PRD), alcalde con licencia de Puebla y contendiente por la gubernatura estatal contra el morenista Alejandro Armenta y el emecista Fernando Morales.
Pero para qué seguir: la presencia del crimen en el actual proceso comicial ya cuenta con el testimonio vivo de 342 víctimas separados de sus ambiciones políticas por amago de las armas.
ALIENTO OPOSITOR
1.- La oposición se dio ayer un nuevo impulso.
Sus candidatos estatales –José Yunes de Veracruz, Lucy Meza de Morelos, Eduardo Rivera de Puebla, Santiago Taboada de la Ciudad de México, Renán Barrera de Yucatán, Libia García de Guanajuato y otros- se reunieron con la presidenciable Xóchitl Gálvez.
Todos ellos aspiran al triunfo.
Y 2.- en Puebla pasan cosas raras.
Al frustrado intento de asesinato del panista Eduardo Rivera siguió otro hecho lamentable para todos: fue detenida Tania Gómez Trejo con armas de fuego y con malas compañías.
Un hecho, sin duda, del cual trata explotar el equipo del morenista Alejandro Armenta para contrarrestar los efectos de sicarios novatos en el vecindario de Eduardo Rivera.
Tania es -o era, en espera de decisiones judiciales- una figura ascendente como militante del PRI y fue postulada como candidata suplente.
Oficialmente fue aprehendida por elementos de la Secretaría de Marina y de Seguridad Pública del gobierno estatal morenista y es acusada de posesión ilegal de arma de fuego y de sustancias ilícitas, como eufemísticamente se llama a las drogas.
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