Divide a derecha emergencia nacional de Trump

Washington DC.- La senadora Shelley Moore Capito, republicana de Virginia Occidental, pasó las últimas dos semanas negociando un acuerdo sobre el gasto federal y la seguridad fronteriza con colegas de ambos partidos, en una sensación de aparente estabilización en el Congreso.

Pero el sentimiento no duró. El viernes, Donald Trump lanzó uno de los desafíos más serios del Poder Ejecutivo ante la autoridad del Congreso en décadas, burlando dicha instancia con una declaración de emergencia para desviar unilateralmente miles de millones de dólares a a la construcción de su prometido muro.

El movimiento del presidente, no obstante, dejó a los republicanos del Senado muy divididos, y queda por verse si actuarán colectivamente para intentar detenerlo o hasta qué punto están dispuestos a seguir sus demandas.

“Con él, siempre hay que esperar lo inesperado”, afirmó Moore Capito.

La resistencia republicana a la declaración de emergencia de Trump fue mucho más pronunciada en el Senado que en la Cámara de Representantes, donde sólo unos pocos se quejaron y la mayoría lo respaldó.

Sus partidos le pidieron que no tomara dicha acción, porque establecería un precedente que temían que los futuros Presidentes demócratas usarían en contra de ellos.

El líder de la mayoría en la Cámara alta, el representante de Kentucky Mitch McConnell, quien no estaba de acuerdo con la declaración de emergencia pero terminó apoyándola para que saliera adelante el proyecto de gastos y evitar así otro “apagón”, incluso advirtió a Trump sobre el daño que la medida podría inflingir a su formación en las elecciones de 2020.

“Está usurpando la autoridad del Congreso”, dijo en una entrevista la senadora Susan Collins, de Maine, veterana miembro del Comité de Apropiaciones.

“Si el Presidente puede reasignar para sus propósitos miles de millones de dólares en fondos federales que el Congreso ha aprobado para propósitos específicos y se han convertido en ley, eso tiene el potencial de hacer que el proceso de asignaciones no tenga sentido”.

Varios otros republicanos del Senado se unieron en público y en privado a Collins para describir la acción como una flagrante violación de la jurisdicción del Congreso y un peligroso precedente.

Incluso plantearon la posibilidad de que algunos desertores pudieran unirse a los demócratas de la Cámara alta para proporcionar una mayoría para desaprobar la decisión del Presidente si se presentara la oportunidad. Para ello, sólo se necesitan cuatro republicanos, y algunos estiman que podría tratarse de hasta 10.

De momento, la inquietud no fue suficiente para evitar la emergencia de Trump, lo que deja pie a un desafío legal como el único recurso.

con información de diario

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