Descalifica AMLO a calificadoras

Tras ajustar a la baja  las perspectivas de crecimiento económico de México y los planes de inversión en Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad,  con lo que dejan  a  nuestro país en el umbral de un renglón  negativo, el Presidente Andrés Manuel López Obrador descalificó a las calificadoras internacionales que, afirmó, durante el saqueo de aquéllas  permanecieron calladas y las ponían un  “MB”, un 10.

Declaró que las calificadoras “castigan” a México por la política neoliberal que se aplicó durante 36 años, que fue un rotundo fracaso y ahora él será “el que tendrá que pagar los platos rotos”, a pesar de que el año pasado no tenía nada que ver con el gobierno, pero aseguró que va a rescatar a  Pemex y a la CFE porque hoy hay una variable importantísima: “ya no se tolerará la corrupción”.

DE ESTO Y DE AQUELLO…

Por segundo día consecutivo, gente allegada a José Antonio Yépez Ortiz, El Marro, y miembros del cártel de Santa Rosa de Lima, que lidera el principal huachicolero del Bajío, volvieron a bloquear varias carreteras de Guanajuato para impedir que fructifique el operativo conjunto de las Fuerzas Armadas que andan en su búsqueda en aquella población.

Con vehículos incendiados le cerraron nuevamente el paso a soldados, marinos, policías federales y estatales, en por lo menos tres carreteras de aquella entidad: las de Celaya a San Miguel de Allende; a Salamanca y a Juventino Rosas, que conducen a Santa Rosa de Lima en donde las autoridades han ubicado la guarida de quien por años se ha dedicado al robo de combustible, sin que hasta ahora hayan podido atraparlo.

Los gobernadores de oposición en las entidades que visita el Presidente López Obrador siguen siendo blanco de abucheos, rechiflas e insultos promovidos por militantes de Morena con esa consigna para, según las ocurrencias de moda, demostrarles repudio ciudadano a ellos y el respaldo del que llega y que éste transmite después a su anfitrión para que se lo agradezca.

El burdo numerito se lo hicieron ayer al mandatario priista de Colima, José Ignacio Peralta, igual que el fin de semana a Carlos Mendoza Davis y a Javier Corral, los panistas de Baja California Sur y Chihuahua, y también a la priista de Sonora, Claudia Pavlovich Arellano, aunque en menor grado, quizá por ser mujer.

Lo sucedido ayer en Manzanillo le permitió al Ejecutivo federal aplicar una de sus ocurrencias favoritas: poner “a consulta” el respeto que le tienen los habitantes de ese estado a su gobernador, quien aguantó paciente la “estrategia abucheadora” con la que en varias ocasiones interrumpieron su discurso, aunque lo ocurrido motivó reclamos que se generalizaron hasta la Conferencia Nacional de Gobernadores.

con información de la razón

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