Cumbre y contracumbre ecológica en Marsella: la grieta llegó a la preservación de la naturaleza

Este viernes, poco antes de las 5 de la tarde de Francia, después de que entraron el actor Harrison Ford y el presidente de Francia Emmanuel Macron, un auto blindado trasladó a la ahora presidenta del Banco Central Europeo y ex titular del FMI, Christine Lagarde, al interior del Centro Chanot de Marsella, justo detrás del Velódromo, el estadio del Olympique. En ese momento el viento mistral comenzó a soplar: se desató una tormenta que alivió el calor húmedo de la segunda ciudad de Francia pero empapó a las casi mil personas que marchaban al otro lado de la ciudad hacia el viejo puerto y arruinó las pancartas de cartón que decían “No más mentira verde”.

Macron, Lagarde y Ford fueron a inaugurar el Congreso Mundial de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), donde la mayoría de los oradores son funcionarios de Estado. Mientras en Chanot discutían cómo comprar bonos de carbono, en una contracumbre celebrada en el viejo puerto reclamaban una conservación inclusiva.

La cumbre

En Marsella se esperaba que antes de ir al evento Macron anuncie medidas contra la crisis de infraestructura en las escuelas de esta ciudad: un informe del diario Le Monde revela que entre ratas, chinches, problemas de filtración de agua y aulas superpobladas al menos 174 establecimientos educativos no deberían estar habilitados. Macron salvó su día difícil en Marsella con una foto junto a Harrison Ford, quien agradeció al presidente francés por su “compromiso contra el cambio climático”. El actor de “Indiana Jones” es el vicepresidente desde 1991 de Conservation International, una ONG que colabora con grandes empresas para que donen dinero para “la preservación de la naturaleza”.


Vestida con un traje blanco Lagarde fue una de las voces que inauguró el evento relacionando ecología y economía: “no hay estabilidad económica sin estabilidad de la naturaleza”. El primer ministro Chino Li Keqiang, salió por videollamada y siguió esa línea: habló de buscar una “economía circular” y de “construir un hermoso y limpio futuro”. Macron, por su parte, defendió el proyecto “30 x 30”, promovido por el G7 e impulsado por Joe Biden, que busca conseguir que el 30 por ciento del planeta sea un área protegida para el año 2030.

La cumbre de la UICN ofrece diferentes excursiones a la costa azul a los periodistas acreditados, cobra 1300 euros la entrada y ocupa cinco pabellones del centro de exposiciones Chanot, entre salas de conferencia y stands armados por organizaciones conservacionistas pero también por gobiernos, como el Departamento de Estado de Estados Unidos o la Comisión Europea, y grandes empresas francesas de rubros muy distintos, como L’Oreal, BNP o Pernod Ricard.

Via | Pagina 12

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