CRÓNICA POLÍTICA: Sobre la sucesión oaxaqueña

 

Rosy RAMALES

El Gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa; el líder de la bancada de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política en el Senado, Ricardo Monreal Ávila; y el senador Raúl Bolaños Cacho Cué, sostuvieron una reunión, y el primero y el segundo hasta la presumieron en redes sociales.

¿Y de qué conversaron? Alejandro Murat dijo que “sobre la importancia de reforzar y crear reformas penales que garanticen cero impunidad en Oaxaca y México.” Mientras, Raúl Bolaños señaló: “Oaxaca y Méxiso requieren de diálogo y consenso para fortalecer el sistema de justicia penal. Unidos, transformamos a Oaxaca y a todo México”.

¿En serio conversaron solamente sobre tales temas? ¿O también sobre temas político-electorales? Y no precisamente en materia legislativa, sino más bien sobre la próxima sucesión oaxaqueña. Pues si bien, Monreal no es el líder de Morena, sí tiene influencia en determinado grupo, además de cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador, jefe político del partido.

Pero en realidad Alejandro Murat no necesita tanto de los buenos oficios de Ricardo, considerando que el gobernador de Oaxaca tiene una relación cercana y cordial con AMLO, aunque lo haya dejado solo en la tragedia del sismo y la crisis por la pandemia.

Claro, el Gobierno Federal argumentará que envió a sus representantes, pero éstos ni cuentan con la formación profesional, ni con la capacidad ejecutiva, para resolver en materia de salud o para autorizar recursos para comunidades afectadas por el sismo.

Las personas que ejercen política en Morena son todólogas (con sus honrosas excepciones); casi idénticamente como en la praxis priista.

Retomando el tema: En la reunión entre Alejandro Murat y Moreal, era lógica la presencia de Raúl Bolaños Cacho Cué porque es senador por Oaxaca. No es que haya llevado al mandatario a reunirse con Ricardo, quien, por cierto, es viejo amigo de José Murat; en consecuencia también guarda amistad con Alejandro. ¿O no?

En fin, habrá que concederles el beneficio de la duda sobre el objetivo de la reunión, porque después de la misma Monreal subió a redes un video donde explica algunos de los pendientes del Senado a abordarse en el próximo periodo ordinario de sesiones que inicia en septiembre, y algunos temas en un extraordinario previsto para fines de julio.

Pendientes para legislar en temas como (según enunció): “Aumento de penas en violencia familiar, al acceso de las mujeres a una vida libre de violencia, violencia digital; delitos que ameritan prisión preventiva oficiosa como corrupción, huachicoleo, fraude electoral; la ley secundaria en revocación de mandato, y reglamentarias en educación”.

Además: “La armonización para prohibición de condonación de impuesto, licencia de maternidad y paternidad, reducir el financiamiento público a los partidos políticos, el uso de la cannabis, la salud mental, eliminación del fueron, reforma integral al Poder Judicial, justicia digital, paridad de género y la tipificación de la discriminación racial”.

Uy, sí que tienen trabajo en el Senado. Aunque Monreal mencionó temas relacionados con la materia electoral, pero ya no se puede, el plazo constitucional venció; salvo que se hagan las reformas para aplicarse posteriormente.

Otra vez retomando el tema: En sus correspondientes tuits, el gobernador Alejandro Murat y el senador Raúl debieron ser más precisos sobre los puntos en materia penal tratados con el líder de la Jucopo, porque los comentarios abiertos, abstractos, simples, generan suspicacias.

No falta quien se imagine que Raúl Bolaños sea el político consentido de Alejandro Murat, casi casi su proyecto para sucederlo en la gubernatura de Oaxaca. Luego por eso se enojan los priistas oaxaqueños, porque hasta concurre a los eventos oficiales, pero va porque es el senador de la entidad con afinidad con el mandatario.

Ni modo que el gobernador invite al senador de Morena, Salomón Jara Cruz, a las giras oficiales. Bueno, sí, podría. Pero el morenista es tan extraño, tan introvertido, tan desconfiado y tan ególatra, que no iría; vaya, muchas veces se nota su ausencia en las giras del presidente López Obrador por Oaxaca.

Eso sí, Alejandro Murat y Salomón se llevan, quien sabe si bien, pero cuando menos guardan las apariencias políticamente. Por cierto, hace algunos días con motivo del Día del Abogado, el gobernador charló vía zoom con algunos personajes, entre ellos Jara Cruz y suponemos que en calidad de legislador, porque Salomón es ingeniero.

De algún modo, Alejandro Murat debe guardar relación con las personas con aspiraciones a sucederlo en la gubernatura o cuyos nombres suenan para la candidatura. Por ejemplo: El mismo Raúl Bolaños (PVEM), Eviel Pérez Magaña (PRI), Samuel Gurrión (PAN), Eufrosina Cruz Mendoza (por el PRI, por el PAN o por un nuevo partido político); Salomón Jara, Susana Harp y Adelfo Regino, por Morena.

También suenan los nombres de Narcedalia Ramírez Pineda, Mariana Benítez Tiburcio y de la misma Ivette Morán de Murat.

En fin, que entre más se acercan los tiempos para la sucesión oaxaqueña, mas se caldean los ánimos y cualquier acercamiento despierta conjeturas.

Y esa cercanía entre cuadros del PRI con líderes de Morena y personajes del Verde, pues siempre despierta suspicacias sobre una probable alianza en Oaxaca entre los tres partidos políticos, tal como sucedió en Baja California.

Dijera un morenista: “Parece que en el Senado traen su propio proyecto a la sucesión, pero (AMLO) trae a Susana Harp”.

¿Será? Probablemente, y quizá por eso la enviaron a Oaxaca como representante del Gobierno Federal para seguimiento de los temas relacionados con la pandemia Covid-19, aunque su perfil sea distinto.

 

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Correo: rosyrama@hotmail.com

 

 

 

 

Rosy RAMALES

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