CRÓNICA POLÍTICA: Empieza la sucesión en Oaxaca

 

Rosy RAMALES

Desde que un gobernante asume el mandato, empieza la sucesión. Incluso, hay quiénes construyen la propia desde el primer instante de su gobierno.

Es más, es el momento cuando algunos candidatos perdedores empiezan campaña rumbo a la próxima elección; nunca quitan la mira en el triunfo.

Y aún cuando legalmente la sucesión se da en el último año del sexenio, hay un momento clave, que en la praxis política marca el inicio de ella: El Tercer Informe de Gobierno.

Porque políticamente ahí empieza el declive sexenal, la cuenta regresiva para la próxima elección de renovación del titular del Ejecutivo.

Y ese momento ha llegado en Oaxaca, donde este viernes el gobernador Alejandro Murat Hinojosa presenta su Tercer Informe de la situación que guarda la administración pública en el estado; aún cuando la mitad del sexenio se cumpla el uno de diciembre próximo.

Por lo mismo quizá pocos pongan atención en lo que ha hecho como mandatario, pues se desatarán los demonios; es decir, empezarán a manifestarse públicamente las aspiraciones a sucederlo en el cargo, y de todas las filiaciones políticas.

Quizá en adelante en Oaxaca se vea más lo que no ha hecho en su administración. Y miren que no ha sido mal gobernante; ha hecho cosas buenas. Incluso, ha gobernado mejor que varios de los nativos que han pasado por el cargo.

Por ejemplo, es innegable el crecimiento turístico. Claro, Oaxaca es una entidad que se vende sola. Sin embargo, necesitó de un fuerte impulso porque traía una imagen de destino de movilización: Marchas, bloqueos carreteros, plantones.

Tanto así que la economía local, basada en el turismo, se vio deteriorada al grado del colapso económico del sector.

Pero a partir de la administración de Alejandro Murat, poco a poco llegó cierta paz, se incrementó la promoción turística, y ahora ríos de visitantes nacionales y extranjeros inundan las calles de la capital oaxaqueña y de sus destinos de playa y montaña.

Lástima que esa relativa paz empiece a descomponerse porque también poco a poco ha vuelto la movilización magisterial y “social” a Oaxaca, por diversos motivos: El golpeteo por la propia sucesión, la falta de cumplimiento de algunos compromisos, la ineficiencia de algunos funcionarios de su gabinete y de rebote del gobierno federal (representantes).

La atención a los sectores vulnerables ha sido evidente, y en la faena, su esposa Ivette Morán ha sido su brazo derecho junto con su gabinete social: Educación para adultos, programas sociales para reducir indicadores de pobreza, registro civil, más atención a los pueblos indígenas.

Sin embargo, son acciones que poco se ven, que poco se aprecian, a pesar de su valor.

La gente quiere ver obra pública grande y contundente. Y ésta no se ha hecho durante la administración de Alejandro Murat; su mejor esperanza se encuentra en la terminación de las dos autopistas que llevan alrededor de 15 años inconclusas: Oaxaca-Istmo y Oaxaca-Costa; reducirían hora y media camino, sino es que más.

Para su fortuna, cuenta con un especial respaldo del actual Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien en menos de un año ha realizado diez giras en la entidad oaxaqueña y en una de ellas prometió concluir por lo menos una de las autopistas.

De hecho, hasta donde se sabe el mandatario federal ya autorizó los recursos para la Oaxaca-Costa, y para la otra empuja a Carlos Slim.

Desde un principio hubo química entre Alejandro Murat y AMLO.

Es más, cuentan que en la víspera de la elección presidencial, operadores del entonces candidato morenista llamaron al gobernador para mostrarle las contundentes encuestas a favor del tabasqueño y sugerirle no meter las manos en Oaxaca, caso contrario no tendría ningún apoyo del gobierno federal, pero si se mantenía al margen, sería respaldado en todo.

Quien sabe hasta donde sea real la versión. Lo cierto es que López Obrador sí apoya a Oaxaca y consiente a Alejandro Murat quizá hasta más que a los propios gobernantes emanados de Morena.

Precisamente ese acercamiento tiene nerviosos a los priistas locales, sobre todo en el contexto rumbo a la sucesión: Empiezan a creer que la gubernatura ya está pactada a favor de Morena.

Bueno, en realidad el PRI la tiene perdida y AMLO ganada, pues Oaxaca ha sido su bastión. Por eso sus frecuentes visitas a una entidad de segura gubernatura para Morena, aunque quien sebe si con candidatura orgánica o con una proveniente del PVEM en la persona del senador Raúl Bolaños Cacho Cué.

Para la posibilidad de la orgánica se mencionan los nombres de los senadores Salomón Jara Cruz Susana Harp, y de Adelfo Regino Montes, actual director del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, entre los más fuertes.

El PRI también tiene cuadros. Por ejemplo: Eviel Pérez MagañaAdolfo Toledo InfanzónMariana Benítez Tiburcio y la propia Ivette Morán, quien trae un alto posicionamiento en la ciudadanía y con mejor evaluación que Alejandro Murat.

Pero parece que el Revolucionario Institucional tiene más perdida que ganada la próxima gubernatura, porque además el partido en Oaxaca se encuentra reducido casi a la nada política, situación que se agrava ante sus estructuras vencidas y la inactividad política y operativa.

Es la mayor inquietud de alguna parte del priismo local, celoso además del senador Raúl Bolaños Cacho Cué, enojados con éste porque sienten que usó a su partido de origen (el PRI) para obtener el escaño y después lo abandonó entregándose totalmente al PVEM.

Se sienten intranquilos porque el jefe político del priismo oaxaqueño se mantiene estático frente a su propio partido, cuya dirigencia, sectores y organizaciones vencieron hace mucho el periodo estatutario.

En fin, Alejandro Murat se encuentra en una situación políticamente compleja para dejar sucesor, salvo que los morenistas harten a AMLO y éste se incline por un cuadro sugerido por el gobernador, o por un cuadro totalmente distinto ya sea hombre o mujer.

 

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Correo: rosyrama@hotmail.com

 

 

 

Rosy RAMALES

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