Critican académicos ‘cerrazón’ de gobierno federal sobre termoeléctrica

En un foro organizado por el Instituto de Investigaciones Sociales, Aurelio Fernández, director del Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, sostuvo que distintos estudios y análisis académicos han mostrado que el proyecto generará contaminación ambiental, pero que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no ha presentado ninguna alternativa.

Dijo que la consulta sobre el inicio de operaciones del proyecto, anunciada por el gobierno para este fin de semana, “es una patraña. Lo que se requiere es una consulta bien hecha, consensuada con las comunidades”.

Lilián González, del Centro de Investigación en Ciencias Sociales y Estudios Regionales (CICSER) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, planteó que es necesario “hacer proyectos como si la gente importara”, y que la construcción de la termoeléctrica ha tenido consecuencias sociales, como la polarización y la ruptura de la comunidad.

“Si no escuchamos la voz de las poblaciones, que es lo que está ocurriendo con los foros informativos organizados por las autoridades en torno al proyecto, se crean las chispas que hacen las revoluciones. Y en la región de Morelos ya hubo una”.

Rocío de la Luz Santos Magdaleno, del Instituto de Energías Renovables de la UNAM, planteó que las alternativas a la puesta en operación de la termoeléctrica podrían incluir la instalación de sistemas fotovoltáicos de conversión de energía solar.

Sostuvo que en el proyecto actual “todo se está haciendo mal, pues se está afectando a la comunidad, y aunque se ha demostrado que tendrá impactos ambientales negativos y que hay alternativas menos contaminantes, el gobierno ya decidió que la consulta sobre la termoélectrica va”.

Sostuvo que en la región se sabe que “se trata de una consulta amañanada y se sabe ya cuál será el resultado, a favor del proyecto”.

Antonio Fernando Sarmiento Galán, del Instituto de Matemáticas de la UNAM y coordinador del grupo temático sobre calentamiento global de la Academia de Ciencias de Morelos, planteó que se podría trasladar la instalación de la termoeléctrica a otra región en la que se requiera de ella. Cálculos indican que en la mitad de las 49 hectáreas que ocupa la termoeléctrica se podrían instalar celdas fotovoltáicas que permitirían sembrar cultivos debajo de ellas e instalar una fábrica de paneles solares.

Para esa superficie de celdas, con una vida útil de 25 años, la generación sumaría 359 MW-hora por día, que cubriría el consumo de 34 mil 278 viviendas. El fluido generado reemplazaría energía proveniente de plantas a base de carburantes fósiles, explicó el académico.

con información de la jornada

Sé el primero en comentar

Déjanos un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


*