Campañas 2024: ¡Arrancan!

Joel Hernández Santiago

 

Algo que puso furiosa a Claudia Sheinbaum, candidata de la presidencia de México y de la coalición “Sigamos haciendo historia” es que la candidata de la coalición opositora “Fuerza y Corazón por México”, Xóchitl Gálvez, le comió el mandado en el proceso pre-campañas y adelantó grandes pasos en temas que descuidó el equipo de Morena y aliados.  

 

Y le enoja más porque se considera ganadora de la presidencia según sus propias encuestas. La campaña dirá el o el no de esta expectativa, aunque en eso de los tiempos lleva delantera, porque su campaña electoral para los comicios del 2 de junio comenzó desde el  12 de julio de 2021 cuando el presidente dijo en Villahermosa: “Yo soy el destapador y mi corcholata favorita será la del pueblo”. 

 

Poco tiempo después el Ejecutivo destapó el nombre de sus “corcholatas”, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López, Marcelo Ebrard… Y comenzó la guerra entre ellos. Todo a la vista presidencial que sabía antemano quien sería la elegida en una “consulta a la militancia”; consulta tal que propició que el ex Canciller la denunciara como fraudulenta. Nada pasó: todos quietecitos luego… 

 

Desde entonces comenzó una suerte de precampañas simuladas para evitar conflictos con el Instituto Nacional Electoral… pero campañas al fin…: Conferencias magistrales de la señora Sheinbaum por todo el país; Adán Augusto López recorría al territorio nacional con Asambleas Informativas… y tal y tal. Campañas, pues. 

 

La oposición se tardó en elegir a quien sería su candidato o candidata. Hubo largas y enojos. Daba la impresión de que esa oposición era inexistente; que esa parte de la liza por la presidencia estaba incompleta y que no aparecía por ningún lado el factor de equilibrio electoral, como en tiempos de la campaña de José López Portillo cuando él compitió sólo y su alma (1976-PRI). 

 

Se hacían bolas PAN-PRI-PRD. No acertaban a decidir si era meló o sandía. Sus luchas de poder se los impedían. Pero nada, que la madrugada del 12 de junio de 2023 Xóchitl Gálvez se presenta a las puertas de Palacio Nacional: Había ganado un amparo que le permitía el derecho de réplica a unas declaraciones inexactas del presidente respecto a ella. El mandatario le impidió la entrada. Con este hecho, sin proponérselo, él mismo construyó a una candidata de la oposición. 

 

Fue lo peor que le pudo haber pasado a Palacio Nacional. Tener a una candidata contestona-echada para adelante-nada dejada-inteligente y sí muy coherente con su propia línea de pensamiento, todo lo cual puso a disposición de los partidos que la lanzaron como su representante opositor. 

 

Por una parte todo el aparato del Estado está dispuesto para apoyar a Claudia Sheinbaum –recursos millonarios del erario público, apoyos, acarreos, gobernadores, grupos políticos, secretarios de estado… todo para que ella sea la ganadora el 2 de junio de 2024… 

 

Por otro lado, al mismo tiempo, con todo el apoyo del Estado comenzó la guerra de acusaciones y descalificaciones en contra de Xóchitl Gálvez, quien decidió hacer frente a todo lo que se le dijera…  

 

Pero esta vez Gálvez y sus asesores avanzaron fuerte en sus relaciones con el gobierno y los empresarios y grupos sociales de Estados Unidos, a pesar de que le mandaron a un grupo de Morena para que le gritoneara en territorio Cherokee. Avanzó en encuentros con grupos empresariales y sociales de España y, sobre todo, su visita sorpresa con el Papa en El Vaticano. 

 

Pero nadie puede cantar victoria aun. Lo que sigue es cuesta arriba para las candidatas: Gálvez y Sheinbaum. Ambas mujeres. Ambas dispuestas a dar la batalla. Ambas con sus propios arrestos. Pero ambas, también, con problemas de origen… 

 

Parece mentira que Sheinbaum diga que defiende la fortaleza y el “empoderamiento” de la mujer en general y, en particular, de la mujer mexicana… 

 

Y que esté sometida –por voluntad propia- a las decisiones del presidente de México, quien es el que decide estrategia, discurso, voluntades, grupos de apoyo, modo y tono: todo lo que es la campaña de la señora Sheinbaum que responde con obediencia, disciplina y silencio… 

 

Una señora Sheinbaum a la que los mexicanos no conocemos como política, como mujer de Estado y mucho menos como ideóloga de su propuesta de gobierno. Simple y sencillamente porque repite el guion que le entregan desde Palacio y que machaca día a día. 

 

El problema de Xóchitl Gálvez es el grupo al que pertenece. Los dirigentes de los tres partidos que la apoyan, ciertamente no la apoyan. Ellos están metidos en sus grillas internas por conseguir posiciones, puestos, poder; mantenerse en el ajo político para sacar ganancia política asimismo. 

 

Las propuestas de Gálvez son firmes y coherentes, pero ya no es hoy la Xóchitl que muchos pensaron que sería, esa contestona y estrepitosa. Hoy su discurso es tan suave como las olas del mar… pero nadamás. 

 

Pero sobre todo, también es cierto que Gálvez no está haciendo campaña en confronta con Sheinbaum; no está luchando contra la “corcholata” ganadora. Su lucha es contra del presidente mismo como político. Es él quien lleva la campaña de Morena-Verde-PT. Quien ordena. Quien manda. Quien se indigna si no le obedecen y callan. Una campaña que parece ser la lucha de David contra Goliat. 

 

Pero ya está todo listo. Todo dispuesto. Este viernes 1 de marzo comienzan las campañas que culminarán días antes del 2 de junio. 

 

Lo que veremos es insospechado. Habrá filtraciones. Acusaciones. Persecuciones de unos a otros. Lo aberrante de la política estará a la vista, sin enganche y sin fiador. Y estará por ahí el monstruo de mil cabezas que sobrepasa al poder presidencial: la violencia criminal, que podría vestir de escarlata este proceso de elección. 

 

Comienza la guerra electoral. Comienzan los días de agobio y sorpresa para todos los mexicanos.

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