BRICS: los intereses de Rusia, Brasil, India, China y Sudáfrica

Luis A. García/ Círculo Latino de Estudios Internacionales CLEI

  • Ha transcurrido tiempo considerable desde su creación en 2006.
  • Son cinco los países fundadores de ese grupo emergente.
  • No se escuchaban noticias destacadas sobre sus actividades.
  •  Indefiniciones en torno a la invasión rusa a Ucrania.
  • Esas naciones deben decidir su postura con respecto a Moscú.
  • La amistad entre China y Rusia no conoce límites.

Para percatarnos de la importancia que tiene en la escena internacional el grupo de cinco países, conocido como BRICS -creado en 2006-, es revelador y sorprendente decir que cerca de tres mil millones de seres humanos viven en Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, integrando un área económica enorme con un poder político igualmente descomunal. 

La asociación de esas cinco economías emergentes es más que potente; pero después de la Operación Militar Especial del Kremlin en Ucrania el 23 de febrero de 2022, cuatro de ellas adquieren excepcional relevancia en la reorganización global por las interdependencias económicas y las asociaciones políticas. 

En pocas palabras -establece el economista brasileño Adalberto Gómes Guterres- son proveedores de materias primas y socios comerciales, y pueden ejercer una influencia decisiva en el conflicto ruso-ucraniano con sus posturas políticas.

El politólogo y catedrático de la Universidad Federal de Río de Janeiro, se pregunta si el crédito del BRICS es una opción para Rusia, y pone un ejemplo: “La alianza tendría la posibilidad de apoyarla con préstamos, aunque por el momento la posición de ese grupo es reservada, y todavía no hay una coordinación política efectiva que haga reaccionar a las sanciones de Estados Unidos y sus socios más cercanos en Europa”.

Por su parte, Mijaíl Gárkov, internacionalista de la Universidad Estatal Lomonósov de Moscú, afirma que, debido a las sanciones a Moscú, los Estados son reacios a otorgar préstamos a Rusia a través del Nuevo Banco de Desarrollo NBD), la institución de fomento financiero del BRICS.

El BND del BRICS -grupo del cual tomó posesión como presidenta la ex mandataria de Brasil, Dilma Rousseff, el 31 de marzo de 2023- recauda dinero en el mercado internacional a tasas más bajas, recuerda Gárkov: “El BRICS está rehuyendo tomar posiciones políticas en este escenario de gran incertidumbre”.

Desde el Instituto de Comercio Internacional de la Universidad Católica de Chile se tiene una opinión similar, al considerar que los otros cuatro países del BRICS están todavía en fase de reflexión sobre el conflicto bélico. “Todavía no han definido una estrategia clara. Lo que sí es cierto es que se enfrentan a nuevas alianzas, coaliciones y asociaciones geoestratégicas”, explica la institución.

Larry Fink, director de Blackrock, la mayor gestora de activos del mundo, cree que la desvinculación a largo plazo de Rusia de la economía mundial provocará graves trastornos en las relaciones económicas en el BRICS. 

Para Fink, los Estados se replantearían qué dependencias existirían y cómo podrían reducirse: “Eso podría llevar a que algunos países se retiren más rápido”, definió el empresario estadounidense en un comunicado a los accionistas, citada por el diario alemán Frankfurter Allgemeine.

Indicó que los centros de producción de México, Brasil, Estados Unidos o el sudeste asiático podrían beneficiarse de él, en tanto Brasilia ya está pasando a la ofensiva, como lo evidenció el ministerio brasileño de Minas y Energía.

La dependencia anunció planes para aumentar la producción de petróleo hasta en un 10 % por ciento a finales de 2023, contribución de Brasil a la “estabilización de los mercados energéticos mundiales”, aseguró el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Sudáfrica también se enfrenta a una decisión histórica: “En vista del aumento de los precios del gas y de la necesidad emergente de nuevos proyectos económicos, el país quiere asegurar urgentemente sus suministros, según la red de investigación Amabhungane, que, añade, está a punto de decidir con quién cerrar un millonario acuerdo de gas natural licuado (GNL).

En la carrera están la compañía petrolera estatal de Azerbaiyán, SOCAR, y Gazprombank, propiedad del proveedor estatal ruso de gas natural Gazprom, empresas que están considerando las ofertas. 

Shell, por su parte, ha confirmado que no presentará una oferta, así que Sudáfrica tiene que decidir si hace o no negocios con Gazprom, a pesar de la situación geopolítica mundial y de la posición de la nación africana en Ucrania.

India y China tienen obvia influencia política y su peso es mucho mayor que el de Brasil y Sudáfrica, y para abordar ese y otros temas, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, recibió a una delegación de embajadores del grupo BRICS. 

El mensaje de la reunión a Europa y Estados Unidos, según la lectura rusa, fue: “Moscú no está solo”; sin embargo, los otros cuatro países tienen sus propios intereses: 

India, al igual que Brasil y Sudáfrica, ha visto negado hasta ahora su deseo de obtener un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). 

The Washington Post informó de que ese país ha empezado a comprar petróleo a Rusia a pesar de las sanciones occidentales, y los bancos indios también están estudiando un acuerdo entre la rupia y el rublo, señal de que India está dispuesta a apoyar a Rusia.

En cualquier caso, el factor de poder más importante entre el BRICS sigue siendo China, que hace mucho tiempo ha superado el estatus de “economía emergente” debido a su poder económico e influencia política. 

Algo que era distinto cuando se formó la alianza durante el Foro Económico que tuvo como sede San Petersburgo en 2006, en un momento en que los gobiernos de Brasil, India y Sudáfrica estaban observando atentamente cómo se posicionaba China, como ocurre nuevamente.

Pekín dijo que la amistad con Rusia no conoce límites, pero que, al mismo tiempo, debe respetarse la soberanía de Ucrania, y sería cuando el BRICS podría exigir a Occidente un precio por una posición abierta. 

“Eso podría significar más influencia y peso en el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial, además de ganar estatus en la ONU” opina Adalberto Gómes, en tanto Mijaíl Gárkov, dice que China, por su parte, podría presionar para ser aceptada como mediadora en el conflicto, factor que confirmaría el ascenso definitivo y serio de Pekín en la política mundial.

 

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