En víspera de su encuentro con su homólogo de Honduras, Juan Orlando Hernández, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que se estudia la posibilidad de ampliar de 200 mil a 400 mil el número de hectáreas que se siembran en la entidad, lo que duplicaría de 80 mil a 160 mil los empleos fijos.
Expuso que mediante el programa Sembrando Vida se busca arraigar a las personas en sus lugares de origen, pues “si hay bienestar en Centroamérica, en Chiapas, Oaxaca, en el sureste, la gente no va a tomar camino, no se va a echar a andar.
“Agréguenle que hay crisis en el Centroamérica. Hermanos centroamericanos salen de Honduras, El Salvador y Guatemala, pasan por nuestro país y allá en Estados Unidos nos amenazan de que si no se baja, se detiene flujo migratorio, se impondrán impuestos a productos mexicanos.
“No le quiero echar la culpa a nadie pero la mayoría (de los migrantes que buscan ingresar a los Estados Unidos) no son mexicanos, pero la amenaza es sobre México”, apuntó.
Indicó que por fortuna, “poco a poco, se ha avanzado haciéndole ver al gobierno de Estados Unidos que la mejor manera de reducir el flujo migratorio es que haya trabajo en los lugares de origen, en los pueblos”.
Ello dado que la gente no emigra por gusto, lo hace por necesidad y si hay trabajo se queda en su lugar de origen y ese, recalcó, es el objetivo del programa Sembrando Vida, que se echará a andar este sábado con el gobierno de Honduras.
Al inicio de su discurso, el presidente López Obrador dijo a los presentes que “vamos a estar a la altura de ustedes. No vamos a quedar a deber nada, vamos a cumplir todos los compromisos, para que no nos vayan a confundir con los que ya no están.
“A mí me pueden llamar peje, pero no lagarto. Ni tampoco crean que soy tonto. Ya soy colmilludo. Ya les dije que no me estoy chupando el dedo”, comentó ante el reclamo de asistentes porque no les han llegado los apoyos económicos para adultos mayores.
En este marco, ofreció que antes de que concluya su administración quedarán basificados todos los trabajadores de la salud y expresó que, de ser necesario, se creará una distribuidora para que los medicamentos lleguen a todas las clínicas y hospitales del país.
Luego de recorrer el Hospital Rural de Bochil y constatar las carencias, reconoció que faltan medicamentos pero no por falta de presupuesto, dado que en 2018 se adquirieron por un monto de 90 mil millones de pesos, pero tres empresas tenían casi el 70 por ciento de medicamentos y material de curación.
Señaló asimismo que el descontento que hay hacia las acciones que realiza su gobierno es resultado de la lucha que encabeza para acabar con todo tipo de privilegios, así como contra la corrupción, la impunidad y el monopolio que había en medicamentos.
“Por eso hay alguna inconformidad, pero hicimos censos y constatamos que se quedaba el dinero arriba, que no bajaba (a la población)”, expresó al dejar claro que los apoyos no se entregarán en efectivo ni mediante un sobre, sino con tarjetas.
Por Guadalupe Vallejo Mora. Enviada
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