Agentes del Sebin detienen a opositores venezolanos en territorio de Colombia

La llegada masiva de venezolanos a la frontera con Colombia no solo ha arrastrado al ciudadano común desesperado que huye de la escasez de alimentos, medicinas y de los altos niveles de violencia. También a un número importante de líderes políticos y militares que son perseguidos por el régimen de Nicolás Maduro. La ciudad colombiana de Cúcuta, en el límite con Venezuela, se ha convertido en el bastión de la oposición en el exilio, pero también está siendo utilizado como centro espionaje de las fuerzas de inteligencia de Maduro para neutralizar a los opositores. El número crece a medida que pasan los días y la tensión se incrementa. Durante la era de Maduro, alrededor de 13.000 personas han estado en una cárcel por protestar o por motivos políticos, según cifras de la organización de Derechos Humanos Foro Penal Venezolano.

A principios del mes de febrero cinco francotiradores de las Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela (FANB) desertaron y cruzaron la frontera hacia Colombia. Los cinco exmilitares llamaron a sus compañeros a tomar el mismo camino.
«Soy el teniente de tropa Manuel Sifontes, plaza de la Compañía 9109, compañía de francotiradores en Matecal, Estado Apure. Estamos acá porque me traje cuatro sargentos, un sargento mayor, un sargento primero y dos sargentos, ya que la situación en los cuarteles es crítica, primero con la alimentación y segundo que el terror se apoderó de los cuarteles», dijo Sifontes a la prensa local. «Nos tienen sumisos, el terror se apoderó de los cuarteles», enfatizó.

Los cinco francotiradores declararon que reconocían a Juan Guaidó como presidente, tras haber ofrecido una amnistía a los militares. Los uniformados son parte de la compañía de francotiradores de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Los cinco desertores se reunieron con algujnos líderes políticos de la oposición venezolana en Cúcuta.

Un documento del Comando General de la FANB publicado a principios de este año en Twitter por el exministro chavista en el exilio, mayor general Herbert García Plaza, denunciaba la presunta deserción de 4.309 militares, lo que dejó entrever el descontento en las filas militares.

Hebert García Plaza
@HJGarciaPlaza

La decepción de los militares hacia una FANB politizada y con un alto mando ajeno al contenido de la CRBV y las necesidades de los venezolanos, se reflejan en resoluciones como esta, donde son separados más de 4.000 sgtos solo en la GNB a finales de 2018. Estas solo Maduro.

Este lunes en Cúcuta la noticia cayó por sorpresa entre los opositores. La Dirección Nacional de Contrainteligencia Militar (Dgcim) detuvo en la localidad fronteriza de Ureña, en el estado venezolano de Táchira, a los cinco militares venezolanos que en días pasados habían desertado. Los apresados son el primer teniente, Iván Jesús Marín Martínez; el comandante de la 2509 compañía de francotiradores, teniente Daniel Herrera Policarpio; el sargento mayor Germán José Fernández Andrades; el comandante del pelotón 2509 de francotiradores, sargento mayor Kenny Jiménez Rodríguez; el sargento primero Jesús Murcia y el sargento mayor Franyer Argenis Meléndez Amaro.

«Es muy fácil capturar a alguien»

Un militar venezolano al otro lado de la frontera en el estado Táchira cuenta a ABC que es muy fácil entrar en Colombia, ya sea por trochas (pasos ilegales clandestinos) o por los puentes fronterizos ultilizando la Tarjeta de Movilidad Fronteriza (TMF), documento que permite a los ciudadanos venezolanos ingresar de forma temporal a los municipios de Colombia habilitados en zona de frontera.

«Nosotros entramos igual que todo el mundo a Colombia con la tarjeta de Movilidad Fronteriza. Nadie nos dice si somos o no militares. Es muy fácil para la Dgcim o Sebin hacer inteligencia y si queremos pescar a alguien (capturar un objetivo político), lo metemos por las trochas que igualmente las controlamos nosotros», asegura.

La oposición venezolana sabe que es vigilada en territorio colombiano y más en estos momentos. La ciudad está llena de prensa extranjera, activistas internacionales de derechos humanos y visitantes de todas partes con interés en la crisis venezolana. Gabriela Arellano, José Manuel Olivares, Germán Ferrer, Ismael García, Omar Lares y Lester Toledo son objetivos de los organismos de inteligencia y podrían estar en peligro de correr la misma suerte que los soldados arrestados.

«No cabe duda de que a estos militares francotiradores los capturaron en territorio colombiano. Seguro los engañaron haciéndose pasar por algún tipo de organización para ayudarlos», señala Omar Lares, exalcalde del Ejido, en el estado venezolano de Mérida en Venezuela, al que le tocó huir tras las manifestaciones antigubernamentales de 2017.
Aseguran que el espionaje es ejecutado por agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin), la policía secreta de Maduro, que «utilizan como escondite cualquier oficina diplomática de Venezuela en territorio colombiano».

con información de abc

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