05 de Febrero de 2020
En la UNAM el semáforo está en amarillo. Un conflicto que inició con el noble propósito de acabar con la violencia de género y lograr mayor seguridad en la máxima casa de estudios tiene ahora claros tintes desestabilizadores
El conflicto alcanza ya dimensiones alarmantes. Son once los planteles en paro. Siete preparatorias y cuatro facultades.
¿De quién es la mano que mece la cuna?
*En CU se produjeron, ayer, dos hechos que abonan a la tesis de la desestabilización por grupos interesados en debilitar al rector Enrique Graue, nos dicen profesores universitarios.
Muy temprano, un grupo de mujeres encapuchadas, vestidas de negro, intentaron tomar por asalto la Facultad de derecho. Agredieron, insultaron, rompieron y arrojaron pintura a los profesores que se opusieron al cierre de la facultad.
La resistencia que encontraron las obligó a retirarse.
*Por la tarde hubo otra manifestación frente a Rectoría. Esta vez había alrededor de 200 encapuchados.
Rompieron, quemaron, pintaron, retaron y agredieron a personal de Rectoría que salió a recibir su pliego petitorio y a camarógrafos que grababan el vandalismo.
No hubo forma de entablar un diálogo con ellos.
A martillazos intentaron romper las blindadas ventanas del mezzanine de la Torre. Lograron perforar uno de los vidrios. Por allí arrojaron petardos que detonaron las alarmas interiores de Rectoría. Las autoridades saben dónde se refugia una parte de los encapuchados, pero no tienen claro quién los mueve esta vez.
Una parte se regresó al Auditorio Justo Sierra –o Che Guevara, como ellos lo llaman–, ubicado en la Facultad de filosofía y letras. Ese lugar está ocupado por grupos anarquistas desde el año 2000. ¡Hace 20 años!
“¿Hay mano negra en ese conflicto?”, preguntamos a José Narro, exrector de la UNAM, a quien nos encontramos casualmente en el sur de la ciudad. Su respuesta fue corta, pero elocuente: “Hay cuerpo entero….”.
*En redes sociales circuló un video grabado poco después de que se retiraron de la Facultad de derecho las mujeres encapuchadas. En ese video aparece el director de la Facultad de derecho, Raúl Contreras Bustamante, en diálogo con alumnos y rodeado de profesores salpicados de pintura amarilla. Se escucha que dice: “Les pido, por favor, que entren a clases… No permitan que personal ajeno cierre la facultad. Sé que hay muchas quejas, mucha violencia de género. Pero las violentas que vinieron hoy, vinieron a violentar y no a pedir que no hubiera violencia. Estuvieron muy agresivas. La violencia no se combate con violencia, se combate con diálogo, con acciones”.
Bustamante recordó que la experiencia de los profesores dice que cuando hay huelgas prolongadas en las universidades, los que salen más afectados son los estudiantes de familias pobres. “Las familias que pueden se llevan a sus hijos a las universidades privadas y nos quedamos solamente los pobres”, señaló.
Sugirió a los alumnos que si regresan los encapuchados, no se violenten, ni los enfrenten, pero sí que vean que hay un estudiantado que quiere tomar clases.
“Esto no tiene que ver con la facultad. Tiene que ver con fuerzas externas que quieren paralizar la universidad”, puntualizó el director.
*No hubo resultados en la reunión entre el Presidente y los gobernadores del PAN. La idea era enriquecer la propuesta original del modelo del Insabi, pero, aseguran los azules, no hubo modo de que Andrés Manuel se moviera de su postura: Adherirse al instituto sin condiciones. Este resultado contrasta con la aceptación de los gobernadores del PRI, que se sumaron sin condiciones al caótico Insabi.
En un comunicado, los gobernadores del PAN lamentaron que el Presidente no haya ratificado el Convenio sobre Salud que elaboraron, durante dos semanas, integrantes del gabinete federal de salud y técnicos de la Asociación de Gobernadores del PAN.
Ahora será decisión de cada entidad, de conformidad con sus circunstancias locales, definir sobre el tema.
Dejaron claro, eso sí, que solicitarán sumarse al esquema de adquisición consolidada de medicamentos y mantienen la exigencia de recibir los recursos que, por ley, les tocan.
Una cosa positiva salió de todo esto. Andrés Manuel ya se sentó con los panistas. Eso es ganancia.
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