* La venezolización avanza a pasos agigantados en el Gobierno de la Cuarta Transformación. Lo prueba la sustitución de las instituciones nacionales, como la Guardia Nacional, por el cumplimiento de las consignas socialistas continentales del Foro de Sao Paulo.
*Entre enero y marzo de 2019, han desertado 72 oficiales (capitanes, tenientes y subtenientes). Es la mayor desbandada de militares con este rango desde 2007, cuando comenzaba a gestarse la Guerra contra el narco que emprendió el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa.
(A la familia, amigos y compañeros del colega periodista Juan Escamilla Bautista, muerto a raíz del ataque armado en su contra. Exigimos justicia para que este nuevo crimen no quede impune. Descanse en paz)
A partir del disparo de deserciones de mandos en el Ejército Mexicano, en un ejercicio de creación de escenarios políticos futuros podemos adelantar que militares cubanos y venezolanos tomarán por asalto las Fuerzas Armadas Nacionales infiltrados bajo el camuflaje de “asesores”.
La venezolización avanza a pasos agigantados en el Gobierno de la Cuarta Transformación. Lo prueba la sustitución de las instituciones nacionales, como la Guardia Nacional, por el cumplimiento de las consignas socialistas continentales del Foro de Sao Paulo.
Por su trascendencia reproducimos la información de Gabriela Gutiérrez M. en Cuestione https://cuestione.com/detalle/mexico/se-disparan-deserciones-de-mandos-en-el-ejercito?fbclid=IwAR0Kh0dgvJbQEKnylBdUa_hlLipDwnrgObku45aHksbD8gfLbi64CWv-HSo.
“Entre enero y marzo de 2019, han desertado 72 oficiales (capitanes, tenientes y subtenientes). Es la mayor desbandada de militares con este rango desde 2007, cuando comenzaba a gestarse la Guerra contra el narco que emprendió el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa”.
“En total, 400 mil militares han dejado las filas del Ejército en los últimos 33 años, de acuerdo con información de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). De éstos, 86% desertaron en su primer año enlistados y 12% más en el segundo año; es decir, en general son rangos bajos. Lo que es inusual que mandos medios, como los oficiales, deserten”.
“El mayor periodo histórico de deserciones fue entre 1999 y 2000, a finales del sexenio de Ernesto Zedillo, cuando más de 40 mil militares abandonaron las filas del Ejército”.
“Fue en este periodo, también, que decenas de miembros del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFES) dejaron la milicia para convertirse en el brazo armado del Cártel del Golfo. Esta agrupación, años más tarde, sería conocida como Los Zetas”.
“Hoy, sin embargo, las razones parecen ser diferentes, de acuerdo con especialistas consultados”.
“La deserción es un delito, el más común en las Fuerzas Armadas, sobre todo para la tropa. Es gente que entra de la vida civil a la vida militar y muchos no se acomodan, o porque sus necesidades económicas no las ven satisfechas ahí, o porque cometen un delito más grave y para evadir a la justicia se van”, dice a Cuestione el General en retiro Carmelo Terán”.
“Con solo tres meses del año contabilizado, 2019 pinta para ser el año con mayor número de oficiales (capitán, teniente y subteniente) desertores”.
“Alto riesgo, bajos salarios. Los oficiales perciben de salario neto entre 16 mil y 33 mil pesos, más estímulos y condecoraciones, de acuerdo con la Tabla de haberes del personal militar a partir del 1/o. Ene. 2019”.
“El riesgo es muy alto. Cuando estás en comisión en lugares como Michoacán o Tamaulipas duermes con un ojo abierto”, dijo a Cuestione un exteniente en retiro, quien pidió reservar su nombre. “Yo creo que la paga no vale la pena por el riesgo”.
“En lo que va del sexenio, es decir, del 1 de diciembre de 2018 al 30 de abril de 2019, se han registrado 144 ataques directos del crimen organizado a personal militar; 8 de cada 10 son contra el Ejército”, explica a Cuestione el experto en seguridad Javier Oliva.
“Entre 2007 y febrero de 2019, 279 militares han sido asesinados en combate”, de acuerdo con una solicitud de información respondida a Cuestione por la Sedena. Tres militares han muerto en lo que va de este sexenio”.
“La incertidumbre con el nuevo gobierno, así como la marcada austeridad, también son factores que hacen ver el futuro para los militares menos halagüeño”, explica Raúl Benítez Manaut, experto en Fuerzas Armadas del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM.
“Muchos militares consideran que el nuevo gobierno ya no los va a proteger en su trabajo, que si hacen una violación a los derechos humanos, los van a enjuiciar y (hay) temor a que les bajen el sueldo”, dice Benítez Manaut.
“Tanto Benítez como Oliva descartan el riesgo de que los desertores estén sumándose a las filas del crimen organizado”.
“Los militares están obligados a prestar un año de servicio por cada año de estudios que reciben o les paga el Ejército, y el doble si los estudios fueron en el extranjero. Es por esta razón que algunos militares se ven impedidos a solicitar su baja, pues “tienen una deuda de servicio con el Ejército” y prefieren simplemente desertar”, explica Benítez Manaut.
“De acuerdo con el Código de Justicia Militar, un desertor es aquel que se ausenta injustificadamente por tres días consecutivos. La pena que se les puede imponer va de dos a seis meses de prisión”.
@efektoaguila
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