Joel Hernández Santiago.
A la violencia política y a la violencia verbal se les suman una amenaza aún más grave y de enorme peligro para todos en México: La violencia extrema con rumbo a las elecciones de 2024.
De hecho, a la vista de lo ocurrido en elecciones intermedias recientes, se prevé el incremento de actos de sabotaje político, en gran parte del país, en el lapso de precampañas, campañas y elecciones en junio del año próximo. Así, en estados de la República y en Municipios.
Esto sumado al panorama terriblemente desolador como son las muertes cotidianas en México, cometidas por grupos del crimen organizado, del narcotráfico y de la delincuencia.
El número de homicidios dolosos en lo que va de este sexenio es de alrededor de 160 mil muertos, aunque especialistas en el tema calculan que son muchos más debido a que ocurren fuera de registro oficial o bien que las cifras oficiales se maquillan para evitarse un caos político.
Así, el panorama político electoral 2024 es sombrío y, de confirmarse las dudas, comenzamos a vivir ya lo que podrían ser unas elecciones escarlata por la posible intromisión entes violentos en el proceso electoral de 2024.
De un tiempo a esta parte han ocurrido extraños hechos mortales en el país, de los que las fiscalías correspondientes aún tienen que esclarecer su origen y motivo, e informar a la sociedad.
La noche del 28 de julio, la avioneta Cessna 650 Citation VII se desplomó a poco de despegar del aeropuerto internacional ‘Heriberto Jara Corona’ en Veracruz. A bordo viajaban tres personas, entre ellas, Daniel Flores Nava, CEO de Proyecta Industrial de México, amigo y operador político de Adán Augusto López, y la tripulación.
Ese día, el ex secretario de gobernación anunció la suspensión por 24 horas de sus actividades políticas por la muerte de su amigo, a quien calificó de como “un visionario que contribuyó con honestidad al desarrollo de un México más próspero y soberano.”
La noche del sábado 29 de julio, sobre el kilómetro 252 rumbo a Acapulco, en la Autopista del Sol ocurrió un ataque armado en el que murieron el empresario José Guadalupe Fuentes Brito y su hijo José Manuel de 20 años; su esposa fue herida. La presunción inicial es que fue un intento de robo.
Fuentes Brito era amigo cercano y promotor en Guerrero del precandidato a la presidencia por Morena, Marcelo Ebrard. Éste lamentó el asesinato del empresario y su hijo y dijo: “Demandamos a la Fiscalía del Estado intervenga de inmediato y este crimen, como todos los demás, sea esclarecido y los responsables llevados ante la justicia”, dijo el ex canciller.
Al momento no se sabe si este homicidio tiene móviles políticos o si se trata de un delito más de los que, lamentablemente, ocurren en Guerrero hoy.
La mañana del domingo 6 de agosto fueron atacados a balazos Zulma Carvajal Salgado, prima de la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda y sobrina del senador Félix Salgado Macedonio, así como su esposo, Humberto del Valle Zúñiga, quien murió.
Se supo que Carvajal Salgado y su esposo salían esa mañana para hacer trabajo proselitista a favor de Claudia Sheinbaum, también aspirante a la candidatura presidencial por Morena.
Inmediato Carvajal responsabilizó de estos hechos al actual presidente municipal de esa ciudad, el priista David Gama Pérez. Ella, hace tiempo, había manifestado su intención de ser la candidata de Morena a la alcaldía de Iguala en 2024.
Todos estos acontecimientos merecen ser esclarecidos puntualmente e informar, a todos en el país, de los orígenes y razones de estos hechos mortales; si son por accidente real, en el caso de la caída del avión, si fue en realidad un intento de asalto en el caso de la Autopista del Sol y si el atentado en contra de la sobrina de la prima de la gobernadora de Guerrero fue por motivos delincuenciales.
Pero si a todo esto subyacen razones de índole política, entonces sí estaremos en el comienzo de lo que podría ser un proceso electoral peligroso para muchos actores políticos, pero sobre todo para el país…
Porque la imposición de candidatos afines a intereses criminales y la eliminación de aspirantes políticos inconvenientes para estos grupos sería llevar a México a un ámbito del que no podremos rescatarnos en mucho tiempo pues el poder político aunado al criminal hacen una fuerza incontenible en contra de los intereses de todos.
Ojalá el gobierno federal, los gobiernos estatales y municipales estén atentos a que esto no ocurra. Que no se manche la democracia mexicana del color escarlata que nadie quiere. Como tampoco complicidades dañinas y peligrosas.
Ya hemos comentado aquí mismo que una de las razones del incremento del crimen organizado se debe a razones estructurales. A falta de alicientes para el trabajo y el ingreso justo y digno.
Pero también es cierto que ni siquiera a quienes podrían cometer agravios políticos conviene un México en el que predomine el terror, el miedo a la violencia y el temor a perder la paz social que todos merecemos en democracia.
Lo que sigue está en manos de las autoridades del país, en manos de la ley, en manos de unas instituciones electorales en verdad autónomas. El discurso de odio debe parar para dar paso al discurso de la justicia y la razón ¿será?
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