LOS PACTOS FEDERAL Y FISCAL

 

Eduardo de Jesús Castellanos Hernández

El gobierno mexicano solo puede obtener dinero mediante ingresos tributarios -impuestos- y no tributarios -derechos, productos, aprovechamientos y contribuciones de mejoras-, por un lado -aunque también se puede distinguir entre ingresos petroleros y no petroleros-, o bien, pidiendo prestado. 

El sistema federal mexicano es una compleja red de distribución de competencias para el gobierno del país –Pacto Federal– y de reglas para la obtención y asignación de recursos fiscales –Pacto Fiscal-, para financiar esas competencias. Pero también para vigilar su ejercicio, fiscalizarlo y sancionar irregularidades a través del Sistema Nacional Anticorrupción y otra compleja red de entes públicos y dizque sociales -aunque esto por el momento es harina de otro costal-. 

Los términos del Pacto Federal están definidos en la Constitución General de la República, particularmente en sus artículos 124, 73, 122, 116, 115 y otros más. En tanto que el Pacto Fiscal se encuentra regulado -a partir del artículo 31 constitucional y otros- en la Ley de Coordinación Fiscal y por los convenios de adhesión y varios otros que suscriben el gobierno federal y los de las entidades federativas.

El porcentaje de impuestos federales (ISR, IVA, IEPS y otros) recaudado y distribuible en cada entidad federativa es variable según la entidad de que se trate -los ingresos propios en Oaxaca andan apenas arriba del 3%-. Como los gobiernos locales convienen con la Federación en no establecer una doble tributación -pieza clave del Pacto Fiscal-, queda a su habilidad crear impuestos locales y municipales que de cualquier manera les dejan -en la mayoría de los casos, pero no en todos- pocos ingresos fiscales propios. El mayor ingreso fiscal propio de los municipios, desde la reforma constitucional en materia municipal de 1999, es o debería ser el Impuesto Predial.

El caso es que de la masa impositiva federal que se recauda y reparte -gracias al Pacto Fiscal-, a la Federación le toca el 80%, a los estados el 15% y a los municipios el 5%. Solo que ahora que el Gobierno Federal anda gastando el dinero sin orden ni concierto, sin que se vean resultados macro y microeconómicos favorables -independientemente del coronavirus, pues la crisis económica mexicana venía desde antes-, y además sigue pidiendo dinero prestado, los gobernadores de los estados que aportan más dinero del que reciben pues ya dijeron que hay que revisar el Pacto Fiscal

Empiezan así las cuentas alegres para cambiar el Pacto Fiscal, cuyos únicos límites por el momento son la imaginación de unos -50%, 30% y 20% o cualquier otra forma de distribución y retorno, aunque desde luego no sea lo único a discutir- y la disciplina de otros a lo que diga ya saben quién.

20 de abril de 2020.

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