CRÓNICA POLÍTICA: Las cosas andan muy mal en Morena-Oaxaca

Rosy RAMALES

Las cosas no andan bien en Morena-Oaxaca, al igual que en buena parte de las entidades federativas. ¿La causa? El proceso interno para las elecciones de las dirigencias: Nacional y locales.

Y aunque una elección jala a la otra, el pleito se centra por la dirigencia estatal; es más, en algunos casos, nada importa la conducción del partido, sino el control económico y de las candidaturas a los cargos de elección popular para los comicios 2020 y 2021.

Sobre todo 2021 cuando habrá elecciones concurrentes para renovar la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión y cargos en las 32 entidades, incluyendo 15 gubernaturas. En 2020 solo habrá comicios en 2 estados: Coahuila e Hidalgo para elegir diputados locales y ayuntamientos, respectivamente.

Así que ya todo gira en torno a tal paquete electivo, empezando por la vida interna de los partidos políticos sin que sea la excepción Morena, el cual, incluso, tiene el reto de pasar de movimiento, a un real partido político de izquierda, cuya practica cotidiana sea la democracia tanto al interior como al exterior.

Ah…pero… los morenos se niegan a dar el paso, o por lo menos así parece; la lucha por la dirigencias nacional y locales los tienen al borde del precipicio.

Es más, siguen actuando como perredistas y como priistas; la mayoría (recuerden) tienen su origen en el PRD y en el PRI: Tribalidad y vicios. Otros provienen de organizaciones sociales, cuya doctrina es arrebatar. Los menos vienen de la sociedad civil y se encuentran a la expectativa en torno a los comicios internos o, en el peor de los casos, ya se sumaron a algún grupo o hicieron el suyo propio.

Y miren, tal situación en Oaxaca es muy evidente; por lo mismo la rebatinga interna en Morena es casi cruenta. Será por ingredientes adicionales como los dos siguientes:

Uno: Ahí el morenismo tiene fuertísima presencia representada en la aceptación del 80% de los oaxaqueños, aproximadamente, de Andrés Manuel López Obrador como gobierno.

Es una entidad bastión para Morena y emblemática para el Presidente de la República porque es la medida de sus políticas social e indigenista; en Oaxaca se localizan los municipios más pobres de México y concentra el 25% de los municipios del país, que son 570, de los cuales 417 están considerados en el régimen electoral denominado Sistemas Normativos Indígenas (usos y costumbres.

En las elecciones concurrentes del 2018, los pueblos y comunidades indígenas, así como las colonias populares y zonas marginadas, aportaron buena cantidad de votos al triunfo morenista.

Dos: En Oaxaca en 2018, la coalición “Juntos Haremos Historia” ganó carro completo en los comicios federales y casi todo en las elecciones locales, con excepción de la diputación de mayoría de Acatlán de Pérez Figueroa, la cual fue para el PRI.

Sí, el PRI, el partido gobernante en Oaxaca en aquellas elecciones concurrentes solo ganó un distrito electoral local; o sea, prácticamente se redujo a la nada política. Ello sin contar las presidencias municipales; ganó algunas, pero sus triunfos electorales municipales disminuyeron considerablemente.

Ahí las razones de la lucha casi cruenta en Oaxaca en el proceso interno de Morena. Ah…, pero más que conseguir una buena dirigencia nacional y local, los morenos se disputan desde ya las candidaturas a cargos de elección popular para las elecciones del 2021 en que se renovará el Congreso del Estado y los 153 ayuntamientos de régimen de partidos.

Tal paquete electivo es la razón de fondo de su disputa por las dirigencias, sobre todo la local. De éstas, depende en mucho el control y reparto de las candidaturas.

Y hay una candidatura más: La de gobernador para los comicios del 2022; es la joya de la corona y la causa principal del despiadado pleito interno, que sin pudor alguno los distintos grupos ventilan en redes sociales y en medios de comunicación; en éstos, incluso vía comunicados anónimos golpeadores.

A principios de semana, un grupo de diputados federales de Morena-Oaxaca, entre ellos Manuel García Corpus, Azael Santiago Chepi, Irán Manuel Santiago, Carol Antonio Altamirano, Daniel Gutiérrez, Armando Contreras, destaparon a éste último como su candidato a la dirigencia local.

Un destape para hacerle la contra a Jesús Romero López, a quien los mismos morenistas identifican como prospecto (para dicha dirigencia) del senador Salomón Jara Cruz, quien hasta el momento es, digamos, el cuadro morenista más visible para la candidatura a gobernador para el 2022.

Entonces sus rivales creen que la intención de Salomón es acaparar todo: Dirigencia local y candidaturas para su grupo para el 2021, así como asegurar la candidatura a gobernador para él.

Y en esa lucha, ambos bandos vienen recurriendo a prácticas perredistas; la mayoría de los referidos personajes provienen del PRD. Pareciera como si aun no les cae el veinte de que ahora forman parte de Morena.

Por cierto, tras la presentación de Armando Contreras vino el revire del grupo contrario vía un mensaje anónimo, el cual decía en uno de sus párrafos: “Personajes que en distintos momentos han estado al servicio de Ulises Ruiz Ortiz hoy buscan adueñarse del partido fundado por AMLO”.

¿Qué personajes? Los referidos diputados federales, de quienes puntualizó el anónimo: “La mayoría sin filiación en MORENA”.

De ese tamaño el pleito en este partido, que si se descarrila en la elección interna va decepcionar electoralmente. Pero a las personas incrustadas en Morena (militantes y no militantes) parece no importarles, porque saben que la fuerte presencia de AMLO les volverá a dar triunfos electorales en Oaxaca.

Sin embargo, una elección intermedia siempre es distinta de cuando va a acompañada de la presidencial. Además está por verse el comportamiento de los electores en comicios concurrentes en una época donde Morena ya se dejó sentir como gobierno.

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Correo: rosyrama@hotmail.com

Rosy RAMALES

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