Cafeticultores del comercio justo y orgánico en el contexto actual de México

 

Gladys Karina Sánchez Juárez

En los estados de Chiapas y Oaxaca, podemos observar a campesinos organizados que han diversificado su producción agrícola con el objetivo de obtener ingresos económicos para mejorar su calidad de vida, razón por la cual algunos campesinos constituyeron organizaciones para comercializar sus productos. Algunos consolidaron su proceso productivo y organizativo como el caso particular de los cafeticultores, que por tener un producto de exportación pueden comercializar en el mercado internacional y han podido insertarse en nichos especializados de la producción agrícola.

 

Por esta razón para algunos campesinos del sur de México eminentemente indígenas, el cultivo de café es parte de sus estrategias económico-productivas para lograr su reproducción social. Asimismo, desarrollaron procesos de apropiación productiva y organizativa, al tiempo que están insertos en el mercado global de producción agroalimentaria.

 

En estado de Oaxaca es el segundo estado más importante en la producción del grano aromático orgánico y de comercio justo en México, representa 31.39% de la superficie cafetalera del país dedicada al aromático especializado, Chiapas era el principal productor del grano hasta el año 2018 aportando 41% de la producción.

 

Aunque los campesinos dedicados a la producción del aromático tienen grandes logros a través de sus organizaciones, también enfrentan algunos límites para continuar con su reproducción social y mejorar en cierta medida su calidad de vida.

 

Uno de los desafíos constantes que enfrentan los cafeticultores aun en su esquema organizativo, son los precios fluctuantes del mercado internacional porque el grano aromático es una commodity cotizada en la bolsa de valores de Nueva York, de tal manera que los precios en cada ciclo de cosecha dependen no solo de la producción que tiene cada uno de los países productores, sino sobre todo dependen de la especulación financiera, de la economía de casino que se juega en la bolsa de valores y las organizaciones aun con su esquema administrativo bien estructurado e integrados en el sistema de comercio justo internacional se ven afectados por esa especulación, por ejemplo, en este ciclo de cosecha del año 2025 los precios han llegado hasta 400 dólares por quintal, lo cual implica que las organizaciones deben tener un elevado capital financiero para asegurar que sus asociados entreguen la producción a la organización y con ello poder cubrir sus contratos comerciales, gran reto que deberán superar las organizaciones este año 2025.

 

Otro desafío que enfrentan las organizaciones son las políticas públicas cambiantes porque desde mediados de los ochentas del siglo pasado y hasta el año 2018 las políticas de apoyo al campo estaban dirigidas exclusivamente a estas estructuras organizacionales, es decir, el aparato gubernamental obligó a la sociedad rural que tenía producción agropecuaria comercial a agruparse en esquemas asociativos para obtener apoyos económicos que se requieren en los procesos productivos, sin embargo, a partir del año 2019 desaparecieron por completo los apoyos dirigidos a este tipo de organizaciones, que si bien, muchos de estos apoyos durante esas décadas sirvieron para corporativizar a la sociedad rural, en el caso de las organizaciones dedicadas a la producción y comercialización de café orgánico y de comercio justo tienen una base legitima de asociados que en general se trata de familias campesinas del sur de México que requieren apoyos económicos porque se trata de familias que tienen en promedio dos hectáreas dedicadas al cultivo de café, es decir, son campesinos cafeticultores, que implica que sus pequeñas escalas de producción de temporal están sujetas a la necesidad constante de apoyo económico y desde el año 2019 desaparecieron los apoyos para sus esquemas organizativos, no obstante, hasta el momento su organización es la única forma de comercializar de manera directa su ínfima producción.

 

Un desafío más que enfrentan estos campesinos cafeticultores organizados es el calentamiento global que impacta directamente en su producción agrícola debido a las elevaciones de las temperaturas, la disminución de lluvias y la modificación casi completa de los temporales de clima.

 

A partir del siglo XXI, uno de los desafíos más importantes en las comunidades rurales de todo el país ha sido enfrentar los contextos de violencia e inseguridad derivados del crimen organizado que ha permeado completamente en la sociedad y ha vuelto más difícil no solo la producción y comercialización de la producción agrícola, sino principalmente la reproducción de la propia vida.

 

Aunado a todo lo anterior, las exigencias de las nuevas normas de comercio justo en mi opinión es un endurecimiento de las normas ecológicas y de derechos humanos, porque se les exige a las organizaciones cumplir con más normas si es que quieren mantenerse en el sistema de comercio justo internacional y éste esquema es la única forma de obtener precios razonables para su producción de elevada calidad. 

 

De esta manera organizaciones de campesinos cafeticultores con producción orgánica y en el sistema de comercio justo internacional sobreviven frente a los embates del mercado, del clima, de la política pública cambiante y los procesos de violencia que se han profundizado, pese a ello se mantienen porque es evidente que a través sus colectivos han encontrado beneficios para la reproducción social de sus familias, así como mantenerse a contracorriente en sus propias comunidades.

 

Así encontramos organizaciones como Coordinadora Estatal de Productores de Café de Oaxaca (CEPCO), Unión de Comunidades Indígenas de la Región del Istmo (UCIRI), y la organización Yeni Navan en Oaxaca y en Chiapas están Campesinos Ecológicos De La Sierra Madre De Chiapas (CESMACH), Comunidades Indígenas De La Región De Simojovel De Allende (CIRSA), Comon Yaj Noptic (COMON), Indígenas De La Sierra Madre De Motozintla San Isidro Labrador (ISMAM), Finca Triunfo Verde, Unión De Productores Orgánicos Beneficio Majomut (Unión Majomut), Sociedad De Producción Rural Unión De Ejidos Y Comunidades San Fernando (UESF). Todos estos colectivos con figuras jurídicas que les permiten exportar su producción luchan día con día por sostenerse de manera autogestiva.

 

Por tanto, si tenemos la intención de fortalecer procesos autogestivos de producción es importante consumir el café de estos colectivos y sería importante fortalecer estos procesos desde políticas públicas que reconocieran la trayectoria organizativa que ha permitido la generación de cambios en diversas comunidades de Oaxaca y Chiapas.

Sé el primero en comentar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo no será publicada.


*