Estados Unidos tildó de “fraudulenta” e “ilegítima” la instalación de la Asamblea Nacional de mayoría chavista, y reiteró su apoyo al autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela, Juan Guaidó, así como a la asamblea paralela de la oposición.
En un comunicado, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, indicó que, como resultado de las “fraudulentas” elecciones celebradas el 6 de diciembre, realizadas por el “régimen ilegítimo” del presidente venezolano Nicolás Maduro, el “fraudulento” cuerpo legislativo resultante “ha ocupado el Palacio Federal Legislativo en Caracas”.
“Consideramos ilegítimo a este grupo y no lo reconoceremos ni a él ni a sus pronunciamientos”, agregó Pompeo, subrayando su apoyo a Guaidó y a la “legítima” Asamblea Nacional elegida “libremente” en 2015 por la ciudadanía venezolana.
“El presidente Guaidó y la Asamblea Nacional son los únicos representantes democráticos del pueblo venezolano reconocidos por la comunidad internacional”, continuó, pidiendo que sean “liberados” del “hostigamiento, amenazas, persecución y otros abusos” de Maduro.
Además, el máximo representante de la diplomacia estadunidense pidió a los partidos políticos del país caribeño y la sociedad civil, incluidos estudiantes, organizaciones religiosas o chavistas, que se “unan” en torno a una “transición pacífica mediante elecciones presidenciales y parlamentarias libres y justas”.
“El presidente interino Guaidó, la Asamblea Nacional y todos los actores democráticos que trabajan por la transición democrática representan las aspiraciones de millones de venezolanos por un futuro mejor”, concluyó.
Colombia se expresó en la misma línea que Estados Unidos y censuró la “pretensión” del presidente venezolano de “instalar a miembros de una Asamblea Nacional fraudulentamente electos”.
En este sentido, recordó que no reconoce la “legitimidad ni legalidad” de los comicios celebrados el 6 de diciembre, por lo que tampoco reconoce a quienes resultaron “ilegítimamente favorecidos para integrar un cuerpo colegiado conformado sin las mínimas garantías de imparcialidad, libertad, igualdad de oportunidades y justicia”.
Añadió: “La elección en esas condiciones y el cuerpo colegiado resultante de ellas es una expresión clara de la existencia de un régimen espurio, carente de transparencia y representatividad”. Así, ratificó el reconocimiento del mandato de la “legítima” Asamblea Nacional venezolana elegida en 2015, así como a Guaidó.
Del mismo modo, pidió a la comunidad internacional que condenen las “imposiciones y abusos de la dictadura” y apoyen los “esfuerzos” de los venezolanos “para el restablecimiento del Estado de Derecho y el respeto de sus libertades”.
Por último, reiteró que la solución a la crisis venezolana pasa por la celebración de unas elecciones presidenciales “libres, justas y creíbles, con garantías de participación para todas las fuerzas políticas, y bajo observación internacional objetiva”.
El chavismo y la oposición que encabeza Juan Guaidó dieron inicio este martes a sus respectivas asambleas, con cada una de las dos partes reivindicándose como representantes legítimas de Venezuela y apelando a una comunidad internacional que está igualmente dividida sobre la situación política interna.
El chavismo, agrupado bajo la bandera del Gran Polo Patriótico, se hizo con una holgada victoria en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre. Logró 253 de los 277 escaños en juego, en unos comicios a los que no concurrió el grueso de la oposición encabezada por Guaidó.
Vía | Proceso
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