05 de Octubre de 2019
Eduardo Medina Mora estaba cansado de tanta zozobra y amenaza de juicio. Fue lo que comentó a algunos de sus colegas ministros de la Suprema Corte. Le resultaba muy incómodo permanecer en el servicio público teniendo una carpeta de investigación abierta por lavado de dinero.
La Fiscalía General de la República investiga supuestas transferencias de dinero a bancos de Estados Unidos y Gran Bretaña, que, supuestamente, no cuadran con su declaración patrimonial.
La salida del ministro, amigo del expresidente Peña, confirmó los temores de que el actual Ejecutivo federal tome control de la Corte en acciones de inconstitucionalidad que sean contrarias a la 4T.
En la SCJN nos dicen que la sucesión de Medina Mora abre la puerta para que los ministros “ProAMLO” sumen los cuatro votos requeridos para bloquear, por ejemplo, la controversia que interpuso recientemente la CNDH en contra de la polémica Ley de Extinción de Dominio, por considerar que viola derechos como la seguridad jurídica, la información pública y la protección de datos personales.
A los ministros proclives a la 4T no les gusta que se diga que se conforma ese bloque en el máximo tribunal.
Lo integran su presidente, Arturo Zaldívar; los ministros que llegaron propuestos por el Presidente y apoyados por Morena: Yasmín Esquivel —esposa del empresario Riobóo— y José Luis González Alcántara.
Aunque este último, hay que reconocerlo, ha enviado señales de manejarse con autonomía, como lo hizo en el caso de la acción de inconstitucionalidad que presentaron legisladores contra la Ley de Remuneración de los Servidores Públicos.
* El sucesor de Medina Mora saldrá de la terna que el Presidente de la República envíe próximamente al Senado para que el pleno de ese órgano legislativo elija al nuevo ministro. Le podemos adelantar, sin temor a equivocarnos, que será un aliado del Ejecutivo federal.
En un plazo improrrogable de 30 días se hará la designación del sucesor de Medina Mora. Sabemos que la renuncia pasará sin problemas. Se requiere mayoría simple en el Pleno. “El martes estaremos resolviendo para que de inmediato se inicie el proceso de substitución”, dijo Ricardo Monreal, presidente de la Jucopo.
La Cámara alta, sin embargo, quiere saber los motivos por los cuales dejó ese cargo, cuando aún le quedaban 11 años para completar su periodo de 15. La carta de renuncia no revela las causas que lo llevaron a dimitir.
El artículo 98 de la Constitución es claro. Los ministros pueden renunciar por causa grave y lo hacen con el Ejecutivo federal. El mecanismo es el siguiente: el Presidente propone al Senado una terna de candidatos. Previa comparecencia de los tres, el pleno elige al sucesor.
No es la primera vez que un ministro renuncia, como llegó a afirmarse. A principios de los noventa se fue el ministro presidente de la Corte, Carlos del Río Rodríguez “por motivos de salud”, como se decía antes.
La verdad es que enfrentaba escándalos legales. Sin embargo, hubo acusaciones de que se fue por supeditar el máximo tribunal a la voluntad del entonces presidente, Carlos Salinas de Gortari.
¿Están oyendo ministros?
* “No me siento vencido hermanito. Les di una pinche batalla de nueve meses. Y si renuncié es porque ya mi gente no resistía”, nos dijo ayer el periodista Ricardo Rocha, luego de conocerse su renuncia a la dirección del Canal del Congreso de la Ciudad de México.
Rocha, nos consta, dio la batalla contra el maltrato y vejaciones que sufrió no sólo él, sino también conductores, editores, camarógrafos, reporteros de ese Canal por parte de la mayoría de Morena.
Se va sin que sepamos dónde quedó el millón de pesos del Canal que habrían sido desviados a Radio Educación por instrucciones de la diputada Valentina Batres, según información del exoficial mayor de la CDMX, Javier González Garza, y el entonces presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso Local, Ricardo Ruiz.
La emisora sacó un comunicado en el que aseguró que nunca recibió esa cantidad “ni en efectivo ni en especie”.
¿Dónde quedó ese dinero?
EXCELSIOR
Sé el primero en comentar